Para Arnaldo Rivera, gerente de Recursos Humanos de Izipay, si bien muchas empresas se plantean que el objetivo de la gestión con los colaboradores es que estos se sientan felices y tengan una buena experiencia en la empresa, en realidad lo primordial es que como equipo se mantenga un alto desempeño. “El clima laboral es muy importante, porque sin él ninguna empresa alcanza su mayor desempeño”, observa en entrevista con Comunicación Empresarial. Y agrega: “Incluso la sostenibilidad de la que se habla tanto no es posible si la empresa no genera resultados atractivos para accionistas y colaboradores”.
El ejecutivo tiene claro que un valor como la de innovación no debe entenderse como una actitud disruptiva, sino como un proceso de mejora continua, una invitación constante al reto de mejorar cada día en el trabajo que realiza cada colaborador y equipo en el día a día. Un esfuerzo que, acumulado en el tiempo, apunta a la excelencia. En la práctica, esto se ha transformado en Izipay en, por ejemplo, la creación de ‘mesas ágiles’ que son núcleos de comunicación interna donde se articulan las respuestas rápidas a las necesidades de los clientes.
Actitud abierta y valores
Si bien existen muchos productos y servicios en el mercado destinados a que las empresas mejoren ostensiblemente la gestión de los recursos humanos, Arnaldo Rivera considera que “no hay que casarse con ninguna”, y que más bien se debe optar por una actitud abierta al cambio. En su experiencia, señala, empezó a utilizar la inteligencia artificial para desarrollar ideas, pulir comunicaciones, hacer benchmarking e incluso evaluar currículums.
Más allá de esta capa de herramientas que ayudan a hacer el trabajo, Rivera estima que lo importante es encontrar los perfiles que se adecúen a los valores de la organización, entre los que destacan tres: capacidad de innovación (entendida como mejora continua), orientación al cliente, y autogestión (considerando que más del 90 % de los trabajadores están en formatos híbridos).
“Para muchas empresas lo valores son declarativos, están impresos en un cuadro en la pared del directorio. Nosotros en cambio los vivimos”, señala, al tiempo que resalta que la ética es el único factor que puede ofrecer estabilidad a largo plazo. Si bien Izipay siempre tuvo este compromiso, su importancia quedó más en evidencia desde que se integraron al Grupo Intercorp, el cual cotiza en la Bolsa de Nueva York, donde se presta mucha atención a los lineamientos éticos corporativos. “Lastimosamente en el Perú no hay esa costumbre generalizada, aquí hay mucha informalidad y burocracia, por lo que hay quienes buscan el “contacto” en la institución que les agilice las cosas, eso nos hace avanzar mucho más lento como país”, sostiene.
La línea de carrera es un mito
En Izipay un 60% de los trabajadores son millenials, gente que tiene un promedio de edad de 34 años. En los ocho años que el ejecutivo lleva ejerciendo su cargo, se ha dado una renovación generacional con la llegada de jóvenes con mayores aptitudes hacia la tecnología, el trabajo ágil, más rápido y menos formal. Un 35% de todo el grupo son mujeres, lo que sólo refleja la realidad de que en estas carreras, por ahora, la cuota de hombres es mayor. “Nuestro objetivo es el talento, buscamos al mejor. No sacrificamos el desempeño en pos del caracteristicas personales”, advierte.
En esa línea, define además que la idea de una línea de carrera “es un mito”, porque si por ejemplo se tiene 100 vendedores, 10 supervisores y un gerente regional, sólo uno cada X años puede llegar al puesto más alto. “La línea de carrera no es una verdad para el 99%, nosotros no vendemos eso. Lo que ofrecemos es oportunidad de carrera, que si tienes las competencias nrequeridas, te puedes cambiar a otras áreas, donde seas productivo. Es lo que me pasó a mi, que soy contador de profesión y hace 20 años pasé a recursos humanos; tuve esa oportunidad de cambiar y eso lo he traído hasta ahora, una persona no debe sesgar por la trayectoria profesionalse”, define. Es por ello que todas las vacantes de puestos superiores en la organización, agrega, se publican primero internamente, pues se prefiere al talento interno.
Un largo camino y resultados
Izipay empezó sus operaciones en abril de 1999 como procesadora de pagos exclusiva para Mastercard, pero en 2015, de la mano de su nueva administración, empezó un acelerado proceso de crecimiento. Así, del 13% de participación que tenían entonces, saltó a más del 50% de hoy. En cuanto a comercios afiliados, pasaron de menos de 100 mil a más de 1 millón 200 mil a nivel nacional.
Arnaldo Rivera cree que estos resultados han sido posibles en gran parte gracias al buen manejo de los equipos de trabajo, con un área de recurso humanos que hasta 2015 no existía, y que los ha llevado a ser considerados en el top de la lista de los Great Place to Work. “El secreto del éxito es tener a las personas correctas en el lugar correcto. Messi es bueno como futbolista y delantero, pero si lo pones de arquero o defensa, o en otra disciplina, no funciona. Izipay busca hacer eso eso y ha permitido que este equipo orientado a los resultados consiguiera ganar mercado a la competencia y cosechar éxitos”.
Finalmente, tiene claro que su gran reto de la actualidad es competir con novedosas soluciones de pago, lo cual, señala, los estimula a ser más eficientes y ofrecer mejores servicios a sus clientes. “Queremos ser el N°1 en el mercado virtual de pagos. Eso nos motiva y mantiene a la gente enchufada, conectada y contenta”, concluye.