Latinoamérica está ante una oportunidad única de convertirse en un hub mundial de fabricación. Debido a las tensas relaciones comerciales entre Estados Unidos y China, así como a la priorización de cadenas de suministro más cortas, muchas empresas están trasladando la fabricación y sus instalaciones a Latinoamérica. Según un informe de 2022 del Banco Interamericano de Desarrollo, esta deslocalización podría impulsar las exportaciones latinoamericanas de bienes y servicios en unos 78.000 millones de dólares anuales.
Pero para cumplir su potencial como hub de fabricación global, Latinoamérica debe cerrar la brecha en cargos de gestión de proyectos. Hasta el 2030, la región necesita alcanzar 5,9 millones de puestos orientados a la gestión de proyectos, una media de 119.000 nuevos gerentes de proyectos al año, según el Talent Gap Report de Project Management Institute (PMI). Para la organización global de dirección de proyectos, el actual contexto económico demanda mejorar la cualificación de la mano de obra y dotar a una nueva generación de talentos de los conocimientos necesarios para la gestión de proyectos.
Según el último informe Job Trends de PMI, sectores como la automoción, el farmacéutico, las energías renovables, el petróelo y el textil ofrecen grandes posibilidades, con México y Brasil como los que más probabilidades tienen de beneficiarse si la región desarrolla todo su potencial como hub manufacturero. “Para seguir siendo competitivas y alcanzar ese potencial, las empresas tendrán que centrarse en contratar a personas que resuelvan problemas y creen relaciones que puedan ayudarles a impulsar el cambio y aportar valor estratégico”, explica Ricardo Triana, director ejecutivo de la firma para Latinoamérica.
El aumento de los precios de la energía en Europa, la reestructuración mundial de los gigantes tecnológicos norteamericanos y la salud del sector manufacturero chino son factores que podrían alterar drásticamente la actividad de los proyectos y el panorama manufacturero en Latinoamérica. Adaptarse a ese escenario es clave para tener éxito en un cambiante mercado laboral.
En el caso de Perú, de acuerdo con el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima, se proyecta que el sector manufacturero crezca 1,8% en 2023, una leve recuperación a lo alcanzado en 2022 (1,5%). En ese sentido, la coyuntura requerirá más profesionales especializados en gestión de proyectos para lograr el objetivo de mantener la expansión del sector.
“La demanda de directores de proyecto, sobre todo de aquellos con las habilidades impulsoras que pueden ayudar a las organizaciones a sortear tiempos turbulentos, será creciente. Los profesionales de proyectos se han vuelto más valiosos y menos vulnerables en caso de que el mercado laboral se enfríe”, añade Triana.
Para esos profesionales, las competencias técnicas no bastarán para hacer frente a ese nuevo reto. En un mundo de automatización generalizada, la ventaja no recaerá necesariamente en los más técnicos, sino a quienes sepan combinarlas con la creatividad, la innovación y la capacidad de dirigir personas, innovación y capacidad de liderazgo.
Según el ejecutivo, “la mayor demanda corresponderá a profesionales que puedan aprovechar las habilidades impulsoras; unas capacidades únicas que pueden aprovecharse para hacer frente a los desafíos actuales, cambiantes y a menudo ambiguos, retos que no vienen acompañados de un manual claro para abordarlos”.