En el ámbito laboral es común encontrarse con situaciones adversas en el camino, más cuando el colaborador está enfocado y comprometido con los objetivos corporativos. Para adaptarse a los cambios y enfrentar los desafíos, es necesario ser resiliente para poner en práctica los beneficios tácitos que te brinda, como aprender, innovar y desarrollar ciertas acciones para alcanzar un resultado positivo.
¿Qué es la resiliencia? Según la psicología, es la capacidad que tiene el ser humano para superar circunstancias críticas. En un equipo de trabajo es relevante que, ante una situación desfavorable, se actúe de manera inteligente y se aplique el control emocional, dando lugar más al lado racional y así alcanzar el éxito esperado.
Para construir una base sólida de resiliencia en el equipo de profesionales de una organización, se empieza desde arriba. La comunicación es fundamental, por la ausencia de esta, puede generar incertidumbre y aprehensión. Una comunicación clara y precisa da como resultado la confianza, tranquilidad y bienestar, para que el colaborador se comprometa y tenga conocimiento de la dirección colectiva en una empresa. Es importante recordar que las mejores oportunidades vienen en tiempos de crisis, el líder y sus trabajadores tienen la tarea de identificarlas y aterrizarlas en un plan estratégico para contrarrestar determinada situación.
Norberto Rossi, Chair de Vistage Perú, indica que: “Es vital transmitir tranquilidad y liderazgo en el manejo de una crisis, porque permitirá que la situación se tome de una manera más amena y no genere desesperación o pérdida de control y que, a través del líder, se extiendan las señales claras del plan de contingencia que se ejecutará contando con las iniciativas y el talento de cada trabajador”.
Frente a lo anteriormente mencionado, el ejecutivo de Vistage nos da 3 consejos o pasos principales para trabajar la resiliencia en un ambiente laboral donde prima la sinergia:
1. Control de emociones: Es predecible que ante una situación hostil se genere nerviosismo o acciones de impulso, por ello, el desarrollo de relaciones cordiales con valores favorece al equilibrio emocional, a enaltecer el potencial creativo y dar mayor seguridad para la resolución de problemas.
2. Confianza: El líder, como eje de todo el mecanismo, es imprescindible que transmita confianza a su equipo para compartir ideas e información relevante y construir juntos una forma viable para superar una crisis.
3. La búsqueda de oportunidades: Ver el lado positivo ante una adversidad es un valor agregado, nos ayuda a tener un plan con nuevas posibilidades, abriendo nuevos horizontes y perspectivas contando con el compromiso de todos y lograr una meta en común.