El Perú mejoró su posición en el Índice Global de Innovación. A pesar de los avances en capital humano e investigación persisten retos en la producción de conocimiento y tecnología, así como en las oportunidades de crecimiento para los nuevos negocios.
El pasado 26 de setiembre se publicó la 17.a edición del Índice Global de Innovación (GII, por sus siglas en inglés), elaborada por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO, por sus siglas en inglés). Este se encarga de medir la innovación, no solo como avances tecnológicos, sino que recoge aspectos como el entorno regulatorio, económico y social que impulsa cambios positivos en 133 economías que participan en esta edición.
El GII se compone de dos subíndices. Por un lado, el índice de insumos captura los elementos que impulsan la innovación en una economía a través de cinco pilares: instituciones, capital humano e investigación, infraestructura, sofisticación del mercado y empresarial. Por otro lado, el índice de resultados mide los productos innovadores generados, considerando los pilares de conocimiento y tecnología, y los resultados creativos de la economía. Cada pilar se compone, a su vez, de 3 subpilares, y cada uno de estos cuenta con sus propios indicadores[1].
Suiza ocupó el primer lugar del índice por decimocuarto año consecutivo. Le siguieron Suecia, EE. UU. y Singapur. Esto mientras que países de escasos ingresos, como Angola, Níger y Mali, ocuparon los últimos lugares.
El Perú alcanzó la posición 75 en esta edición, un mejor resultado que el obtenido en 2023 (puesto 76/132). Pese a esto, aún nos encontramos por detrás de países como Brasil, que lidera la región en el puesto 50, seguido por Chile (puesto 51), México (puesto 56) y Uruguay (puesto 62). Asimismo, superamos a Argentina (76), Bolivia (100) y Ecuador (105).
El mejor desempeño histórico se dio en el pilar de capital humano e investigación, impulsado por una educación superior que acogió al 70.5% de la población de 17 a 21 años, según el Ministerio de Educación. En cambio, el pilar más débil fue la producción de conocimiento y tecnología, afectada por las limitaciones en el crecimiento de las mypes.
El pilar de resultados en conocimientos y tecnología mostró el mayor progreso en esta edición, al subir del puesto 101 en 2023 al 95 en 2024. Este avance se debe, principalmente, al incremento en el número de solicitudes de patentes y derechos de utilidad presentadas por residentes, en el que ascendimos 12 posiciones en comparación con el año anterior. La mejora refleja un aumento en la protección de la propiedad intelectual, lo que incentiva la innovación y el desarrollo tecnológico en el país.
Cabe mencionar que, según el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y la Propiedad Intelectual (Indecopi), las solicitudes de patentes de invención y modelos de utilidad en el Perú aumentaron de 601 en 2022 a 805 en 2023. En los últimos 10 años, Lima concentró el 60.5% de los solicitantes (1,523), seguida por Arequipa (113, 4.5%) y Huánuco (108, 4.3%). La Universidad Privada del Norte lideró la lista con 308 solicitudes, seguida por la Universidad Continental (261) y la Universidad Nacional de Ingeniería (208).
Por otro lado, el pilar de sofisticación empresarial tuvo el peor desempeño con relación al año previo, pues cayó del puesto 52 en 2023 al 77 en 2024. Este retroceso se explica, principalmente, por el bajo nivel de inversión en investigación y desarrollo (I+D) por parte de las empresas, un indicador que en la edición anterior no tenía registro para nuestro país.
La actualización más reciente de este indicador muestra que las empresas peruanas invierten cerca del 0.04% del PBI en I+D. En países como Argentina y Chile, esta cifra asciende al 0.2% y 0.1%, respectivamente. Asimismo, en países de ingresos altos, este porcentaje asciende al 2% del PBI en promedio, según el GII 2024.
En el Perú, el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Concytec) coordina y promueve las políticas del Estado en estos campos. Concytec ofrece deducciones tributarias de hasta el 140% para proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), a fin de incentivar la inversión empresarial que, de otro modo, sería limitada debido a las dificultades de financiamiento. Según la Unesco, generar incentivos para esta inversión es fundamental si se quiere impulsar el desarrollo integral de la innovación en el país.
Para seguir el ejemplo de los países líderes en diferentes rubros, es esencial que el Estado peruano fortalezca la colaboración con el sector privado y las instituciones académicas, a fin de impulsar la innovación, mejorar la competitividad y enfrentar los retos globales con mayor solidez. Aprovechemos los resultados obtenidos como un impulso para fomentar la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías, en colaboración con el sector privado.
[1] El GII 2024 está compuesto por 78 indicadores, divididos en tres categorías: 63 indicadores cuantitativos u objetivos, 10 indicadores compuestos o de índice, y 5 indicadores cualitativos o subjetivos provenientes de encuestas
(comexperu.org.pe)