Avanzar hacia la diversificación sostenible de la matriz energética y la de carbono neutralidad es un reto profundo y de largo aliento para las industrias en un entorno de gran complejidad económica. Es sin embargo, un compromiso ineliduble para mantenerse vigentes en el exigente mercado global. Cuatro empresas clave de sus respectivos sectores dieron a conocer sus estados actuales sobre la materia y sus prospectos de desarrollo en el marco del reciente foro Perú Sostenible
Grupo Enel
Alessio Fasano, gerente de innovación y sostenibilidad del Grupo Enel, sostiene que las políticas de carbono neutralidad deben plantearse con un horizonte de mediano y largo plazo, un sentido que está claro para su empresa que se encuentra en más de 30 países y es el primer operador global en energías renovables con 60 gigabatios de capacidad instalada, una gran red de distribución y 70 millones de clientes.
Desde su perspectiva, “Perú cuenta con importantes recursos naturales y para energías renovables hay un potencial enorme que se está desarrollando con muchos proyectos que suman a la calidad de los servicios y a precios competitivos”.
Por ello, la empresa está involucrada en proyectos solares y eólicos, con dos iniciativas de este tipo que este año se finalizarán para generar 300 megavatios, asi como una proyección de más desarrollos que significarían la generación de 12 gigavatios de origen renovable. Para estos, hay acercamientos de propuestas colaborativas de otros sectores, en un esquema que puede incluir a los sectores, público, privado y la sociedad civil, que es la beneficiada con la transición energética.
Un ejemplo de nuevos esquemas a partir de este impulso es la aparición de contrataciones de energía y potencia por separado, lo que favorecería a la centrales solares, con un sistema flexible y de buenos precios que aceleraría el plan de transmisión nacional.
Otro aspecto en el que consideran clave avanzar es la electrificación de los consumos para generación limpia en una transición energética de los clientes grandes para que adopten soluciones eificientes y obtengan certificados verdes.
El tercer eje es la infraesturctura y digitalización con redes inteligentes para lograr desarrollar un perfil de ‘prosumer’, es decir, clientes que gestinoen sus propios consumos en función de su demanda.
Southern Peru Copper Corporation
El cobre será el metal privilegiado que acompañará los procesos de descarbonización y por lo tanto, no es una novedad para el sector minero, que tiene muy presente el tema del calentamiento global desde la década final del siglo pasado. Darío Oviedo, director de servicios ambientales de Southern Peru Copper Corporation, explica que la organización, así como otras empresas del sector minero, han ido implementando modernizaciones que apuntan a ese objetivo ambiental; en su caso, especialmente en sus operaciones de Toquepala (Tacna) y Cuajone (Moquegua).
Con esos centros productivos, Southern logra desarrollar concentrado de cobre gracias a un proceso de integración que se logra en la refinería de Ilo, lo que ofrece un valor agragado al producto final que es cobre con un grado de 99.99% de pureza. “Esto nos ha hecho comparativamente competitivos en el mercado internacional”, agrega.
Con la modernización de esta fundición, que se dio a finales de los noventa e inicios del nuevo siglo, la minera redujo a una tercera parte sus emisiones de alcance 1 y 2, es decir que dos terceras partes de las emisiones de los antiguos hornos se terminaron. Para las emisiones de alcance 3, que son las que generan los integrantes de la cadena de valor, incluyendo proveedores y clientes que compran el producto final, la tarea es más compleja ya que tienen que evaluar los niveles de emision de cada uno con sus propios procesos y operaciones.
“Abordar esto es coplicado, pero a través de la Asociación Internacional del Cobre Mundial, que agrupa a las principales productoras de cobre, se hace el esfuerzo de trazar una hoja de ruta para descarbonizar el cobre. Las cifras obtenidas proyectan que al 2030 se obtendrá la reducción del 30 % en las emisiones referidas al alcance 3; y al 2040 llegaremos a un 70 u 80 % de reducción de emisiones. Ya para el 2050 el objetivo, según el Acuerdo de París, es cumplir la meta de garantizar que las emisiones de alcance 1 y 2 sean cero en nuestro caso, y que las de alcance 3 llegarán a un 85 a 95 % de reducción”, detalla.
Oviedo reconce que el camino tendrá dificultades, puesto que muchos proveedores todavía no cuentan con información fiable sobre sus emisiones de dióxido de carbono, por lo que llevará un tiempo ver cómo desarrollar el sistema. Es sin embargo un camino en el que no hay vuelta atrás y que implica la participación del cobre en proyectos de energía renovables como plantas de energía solar y eólica. De hecho, un dato interesante es que, si bien Perú se ha caracterizado por ser exportador de cobre, en el último tiempo también es un importante consumidor de este metal debido al desarrollo de proyectos de energías renovables gracias a que se trata de un insumo con propiedades únicas de conductividad eléctrica.
DP World
Para el sector portuario los años recientes han sido de gran estrés por los embates de la pandemia y los conflictos bélicos que afectaron la logística del comercio mundial. No por ello, la industria portuaria deja de lado sus compromisos ambientales y corporaciones como DP World, que tiene presencia en más de 78 países, se han planteado la meta de ser carbno neutrales en el año 2030.
Sany Rodríguez, directora de seguridad y medio ambiente en DP World, refiere que entre los pilares para concretar el objetivo de responsabilidad climática, la compañia ha establecido políticas como el cambio de la matriz energética. “Cuando hicimos las líneas de base de nuestra misión, vimos que el 70 % de las emisiones nuestras provenían de combustibles fósibles. Teníamos que ir a un proceso de electrificación”, cuenta.
El segundo pilar fue trabajar en energías limpias renovables, en cuyo marco avanzaron con Enel en la firma de una certificación de emisiones verdes, el cual luego revalidaron con un reconocimiento internacional para garantizar la trazabilidad de la energía que compran de fuentes renovables.
A este esfuerzo se suma la optimización de procesos y digitalización con el uso de maquinaria optimizada con procesos de ‘lean’ para evitar desperdicios. “Antes de la pandemia, recibíamos casi 40 mil agentes de aduanas que venían a hacer trámites al puerto. Con la pandemia y el proceso de digitalización, hemos logrado que esas personas ya no tengan que ir al puerto y eso ha tenido un impacto en el transporte, la calidad de vida, menos tráfico y demás”, concluyó la ejecutiva.
UNACEM
Las emisiones totales de CO2 al año se estiman en 40 mil millones de toneladas. De ese total, unos 2,800 millones de toneladas (un 7 %) corresponde a la industria del cemento. Pedro Lerner, gerente general corporativo del Grupo UNACEM observa con esta perspectiva que, a diferencia de otras industrias, en la cementera no es fácil pasar de la producción con energías fósiles a renovables.
“El mismo proceso industrial con el cual se convierte la piedra caliza en material ligante que une a los materiales de construcción, pasa porque la piedra caliza libere CO2 al ambiente. Así no usáramos combustibles fósiles, la piedra caliza en su transformación liberará CO2, y ese material ligante es el clínker que tanto aprencian los consumidores de hoy. Cuando más clínker haya en el cemento, más propiedades de resistencia inicial tiene. Si el consumidor de Lima no está acontubrado a ello, hay un trabajo por hacer”, revela.
A pesar de ello, comenta el ejecutivo, la industria mundial del cemento está alcanzando consenso para ir hacia la carbono neutralidad en el año 2050, lo que singificará la sustitución de varios procesos productivos y la captura y almacenamiento de carbono. Hasta ese momento, el plan es que en 2030 UNACEM reduzca sus emisiones de CO2 en sus operaciones en un 21%. Esto se logrará con la sustitucion de materiales ligantes que no emitan CO”, la baja de clínker en el cemento, la introducción de nuevos productos al mercado, el uso de combustibles alternativos que pueden surgir de los propios residuos urbanos como sucede en otras partes del mundo con la disposición final de estos elementos a través de la fabricación de cemento. Lograr un avance como ese en Lima, señala, sería una gran noticia porque se resolverían los problemas de la gestión de la basura, la generación de combustibles fósiles y se evitaría que esos residuos orgánicos emitan gases como el metano que pueden ser más nocivos.
También se contempla el compromiso con iniciativas de conservación basadas en la naturaleza como última etapa de reducción de carbono.
*Estaremos informando sobre los avances en las iniciativas de descarbonización de las principales industrias y empresas clave como las que participan en esta nota en las siguientes ediciones.