Desde el 2000 en adelante, la incorporación de tecnologías digitales pasó a ser un aspecto destacado en la política educativa en toda la región. En estas dos décadas, el objetivo fue cambiando: primero fue la informatización de la gestión escolar para luego pasar a la provisión masiva de equipamiento para estudiantes. En este proceso, uno de los aspectos que ha sido más complejo de resolver fue la conectividad a internet. ¿Por qué es importante que las escuelas de Perú estén conectadas? ¿Qué impacto puede tener internet en la generación de oportunidades para los jóvenes peruanos?
En América Latina, el Banco Mundial y PNUD relevaron que el 67% de los hogares cuenta con conexión fija a Internet, pero la situación al interior de los sistemas educativos de cada país es muy diversa. Si tenemos en cuenta el informe “El estado de la conectividad educativa en América Latina: desafíos y oportunidades estratégicas” (Dialogo Interamericano, Banco Interamericano de Desarrollo y Banco Mundial), el reto que tiene la región por delante es la provisión de conexión fiable y de calidad, desarrollar un programa de inversiones públicas y privadas orientadas a cerrar las brechas de conectividad existentes. Se estima que USD 47 miles de millones van a ser necesarios para conectar a América Latina y Caribe a internet para fines educativos antes del 2030.
¿Qué sucede en Perú?
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) a través del informe técnico Estadísticas de las Tecnologías de la Información y Comunicación en los Hogares, elaborado con los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), en los primeros tres meses del 2022, 73 de cada 100 personas de 6 y más años de edad accedieron a Internet en el país, cifra que muestra un crecimiento de 5,1 y 17,7 puntos porcentuales al compararla con igual trimestre de los años 2021 (67,4%) y 2019 (54,8%), respectivamente. El informe también marca desigualdades en materia de conectividad de acuerdo a la zona de influencia: en Lima Metropolitana la población usuaria de Internet alcanzó el 85,8%; en el resto urbano, 76,4%; mientras en el área rural 40,9%.
Con relación a la alfabetización digital en Perú, según el Ministerio de Educación (Minedu) el 55% de los docentes peruanos no posee habilidades para el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el aula. A esto hay que sumarle que, hasta antes de la pandemia, el 60 % de las instituciones educativas peruanas no tenía equipamiento tecnológico adecuado y el 79 % no contaba con acceso a Internet. Pospandemia esta situación ha mejorado con el desarrollo de diferentes programas educativos, e inversiones desde distintos ámbitos y actores del ecosistema educativo, con el objetivo de reducir la brecha digital y avanzar en la innovación de los sistemas educativos.
En la Sociedad del Conocimiento, internet es el puente que permite a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes desarrollar las habilidades necesarias para tener más y mejores oportunidades para desenvolverse en la vida más allá de la escuela. El dato de conectividad es clave, pero más importante aún es el propósito que le damos a ese acceso.
Sin importar el tipo de gestión, hoy las escuelas tienen la oportunidad de adoptar la tecnología para crear experiencias de aprendizaje inmersivas (metaverso) o más personalizadas que involucren activamente a sus estudiantes en todos los entornos que se puedan ofrecer (presencial, híbrido, hands on, videoconferencias, etc). Pero también requiere de una articulación entre sectores para que el esfuerzo de las escuelas no quede a medio camino.
Hoy los espacios de educación formal y no formal pueden utilizar la conectividad para vehiculizar el acceso a recursos de formación complementaria, que incluyan certificación de saberes y así acompañar el desarrollo de habilidades que son requeridas en los trabajos actuales. Para que esto suceda, lo que necesitamos es que del otro lado haya una oferta de calidad para que esos jóvenes puedan insertarse laboralmente. Construir puentes confiables para acercar estos espacios resulta fundamental para disminuir la brecha entre el mundo laboral y el educativo.
Generar más y mejores oportunidades no depende de las instituciones educativas solamente. Hay que acompañar con liderazgos de gobernanza pública (políticas educativas y digitales) que permitan que la conexión a internet de calidad sea un vehículo indiscutible para la mejora de la calidad de vida de las personas.
Según el último informe del WEF el 45% de las empresas ven la financiación de la capacitación en habilidades como una intervención efectiva disponible para los gobiernos que buscan conectar el talento con el empleo. Esto implica que se debe contar con un mercado laboral que esté preparado para potenciar los puestos existentes y generar los denominados silver economy con procesos de upskilling y reskilling para fortalecer el desarrollo productivo de un país.
Cuando trabajamos en equipo entre sectores, todo es posible. Sin ir más lejos, hoy la escuela más austral del mundo cuenta con la mejor tecnología y es una de las mejor conectadas de todo el país. ¿Cómo fue posible? Gracias a que el sector privado, el público y las autoridades educativas pudieron definir un objetivo común y con equipos técnico-pedagógicos dispuestos a trabajar para la mejora de esa Escuela. Este es el camino de una inclusión digital con impacto, y es lo que debe inspirarnos a trabajar en conjunto para que el acceso a internet sea sinónimo de oportunidad y esperanza para el futuro de los jóvenes.