En la última década, las mujeres han desempeñado un papel crucial en el ecosistema emprendedor internacional, a tal nivel que América Latina cuenta con más negocios fundados por mujeres que otras regiones, como Europa. Sin embargo, las mujeres en la región enfrentan retos como la desigualdad laboral, o compartir los roles de capitanas de empresa y jefas de familia. Ante esto, son necesarias herramientas que protejan su patrimonio.
En economías emergentes, como Latinoamérica, la desigualdad entre hombres y mujeres es alta. Según Aequales, hay una diferencia salarial del 10.6% en cargos ejecutivos, mientras que en los demás, la brecha supera el 22%. Esto es un factor para que las mujeres recurran al emprendimiento como un camino hacia un futuro más prometedor, en lugar de esperar conseguir o heredar un cargo en otra empresa.
De hecho, según datos del Banco Mundial, en América Latina el nivel de emprendimiento femenino, entendido como el número de mujeres líderes de sus propias empresas, es del 50%. Incluso hay países, como México, Colombia y Guatemala, donde las mujeres tienen mayor probabilidad de tener un negocio que los hombres. En contraposición, los países europeos y norteamericanos tienen una tasa de emprendimiento femenino más baja.
Al ser emprendedoras, hipotéticamente el éxito puede ser mayor que en un puesto de una empresa, pero la dificultad y los riesgos también aumentan. Se necesitan herramientas que protejan ese patrimonio que costó trabajo conseguir, con el fin de asegurar el bienestar de la familia.
En este rubro las entidades financieras ofrecen soluciones variadas de ahorro e inversión, incluso productos pensados especialmente para la mujer emprendedora. Otra opción dirigida a asegurar el patrimonio a largo plazo es el trust testamentario, que funciona como un contrato que protege los bienes en beneficio del grupo que heredará y administrará, en un futuro, la empresa.
“Entre los beneficios más destacables es que los bienes aportados al trust y que serán parte del legado, no pueden embargarse. Con ello quedan protegidos ante cualquier procedimiento jurídico”, explica María Florencia Ribes, representante de ONT Trust.
Esto es útil para aquellas emprendedoras que ven por sus hijos —o incluso nietos— y que desean que queden protegidos en caso de que algo ocurriera, ya que, en Latinoamérica, muchas mujeres líderes de empresas son también madres y jefas de hogar a tiempo completo. Los mecanismos de protección al patrimonio construido por emprendedoras, como los trusts, mandan un mensaje de seguridad y optimismo en Latinoamérica, para que más mujeres empiecen a desarrollar negocios en países con marcadas brechas de desigualdad, machismo y prejuicios, con el fin de cerrarlas