El sol peruano registra un periodo de apreciación destacado. Scotiabank informó que la moneda se fortaleció 7.1% en lo que va del 2025, situándose en su nivel más alto en más de cinco años. Este comportamiento motivó al banco a reducir su proyección del tipo de cambio y ahora prevé que el dólar cerrará el año en S/3.56, por debajo de sus estimaciones iniciales.
Uno de los elementos centrales detrás de esta tendencia es la debilidad del dólar en los mercados internacionales. “El DXY ha continuado en niveles inferiores a los 100 puntos desde el segundo trimestre y acumula una caída de 9.9% en el año”, señaló el reporte. Scotiabank resaltó que la correlación entre el indicador y el sol se ha fortalecido desde 2022, lo que sostiene la apreciación de la moneda local.
El impulso de los metales también explica este escenario. El oro subió 30% en el año y alcanzó máximos históricos, mientras que el cobre, pese a una corrección a mitad del 2025, acumula un incremento de 15%. “Esto ha permitido que la balanza comercial se ubique en niveles récord”, detalló la entidad, aludiendo al ingreso adicional de divisas que sostiene la oferta de dólares en el mercado peruano.
Capitales y política monetaria en apoyo al sol
La solidez macroeconómica atrajo mayores flujos de capital extranjero hacia bonos en moneda nacional. Esta compra elevó la oferta de dólares, reforzando la presión a la baja sobre el tipo de cambio. Además, la inflación en mínimos de 1.1% a agosto respaldó la decisión del Banco Central de reducir su tasa de referencia a 4.25%, medida que apuntala la estabilidad financiera.
Scotiabank, sin embargo, proyecta que este escenario no se repetirá en la misma magnitud. “Es difícil concebir que los términos de intercambio sigan mejorando en 2026 como lo hicieron en 2025”, advirtió. Según el banco, la combinación de un entorno global menos favorable y la incertidumbre política por las elecciones llevaría el tipo de cambio a S/3.60 al cierre del próximo año.
El informe subrayó que el sol se beneficia hoy de factores externos y de la confianza interna, pero que estas condiciones tienden a normalizarse. Con ello, la institución estima que el desempeño de la moneda será más moderado a partir del 2026, en línea con los ajustes esperados en los mercados internacionales de commodities.
Crecimiento económico con ajustes a la baja
En paralelo, Scotiabank corrigió sus estimaciones de crecimiento del PBI para el 2025. La proyección pasó de 3.3% a 3.1%, debido al débil resultado de 2.8% en el segundo trimestre, afectado por el cierre temporal de la mina de hierro Shougang y la caída en exportaciones mineras. El banco indicó que este resultado respondió a factores coyunturales más que estructurales.
La entidad también explicó que el ajuste está vinculado a la moderación del gasto público. El Gobierno busca cumplir la regla fiscal de 2.2% del PBI en 2025 y de 1.8% en 2026. “El principal factor detrás de la mejora de las cuentas fiscales es el sólido crecimiento de los ingresos tributarios, más que un menor gasto”, explicó Scotiabank. En ese contexto, la demanda interna y la inversión privada siguen sosteniendo la economía.
Para 2026, el banco revisó al alza sus perspectivas y espera un crecimiento de 2.9% frente al 2.7% estimado previamente. El informe proyecta un aumento de 2.6% en el consumo privado y de 3.5% en la inversión privada, incluso en un año electoral. “La realidad probablemente se encuentre en un punto medio: ni una explosión de confianza ni un colapso de la inversión privada”, sostuvo la entidad.

(Peru Retail)