
Hace poco escuché a un amigo decir:
“Mi jefe sabe mi desempeño, pero no sabe que estoy cuidando a mi mamá enferma.”
Y esta frase me golpeó. Porque refleja lo que está pasando en muchas organizaciones: líderes que dominan métricas pero han olvidado el arte de liderar personas.
Hoy más que nunca, en un entorno donde la tecnología y la presión por resultados parecen devorarlo todo, surge la pregunta incómoda:
¿Dónde están los líderes humanos? Esos que escuchan más que ordenan. Que sostienen conversaciones difíciles con respeto. Que inspiran con su ejemplo y no solo con sus presentaciones en PowerPoint.

El liderazgo humano como ventaja competitiva
Según el estudio de Gallup(2024):
- Solo el 21% de los empleados cree que sus líderes se preocupan genuinamente por ellos.
- Sin embargo, en equipos donde los líderes sí demuestran interés humano, la productividad aumenta un 17% y la rotación disminuye un 40%.
Caso real – Microsoft: Cuando Satya Nadella asumió como CEO en 2014, no cambió solo la estrategia tecnológica, cambió la filosofía de liderazgo: de “saberlo todo” a “aprenderlo todo” (growth mindset).
Resultado: Microsoft osoft pasó de ser percibida como obsoleta a liderar la innovación, y su valor de mercado se multiplicó por 10 en una década.
“El liderazgo humano no es un lujo blando; es una estrategia dura con retornos exponenciales.”
¿Qué significa ser un líder humano en 2025?
- Escuchar activamente, incluso cuando las conversaciones son incómodas.
- Tomar decisiones difíciles sin deshumanizar el proceso.
- Crear confianza psicológica, permitiendo que su equipo se equivoque y aprenda.
Caso real – Patagonia: La política de “surfear cuando las olas están buenas” puede parecer trivial, pero detrás hay un mensaje profundo de confianza y equilibrio vida-trabajo.
- Resultado: En Patagonia menos del 4% de rotación anual en una industria donde el promedio es 13%.
Caso real - Natura (Brasil): Su programa de liderazgo basado en el “bienestar integral” ha reducido el ausentismo en 25% y aumentó la satisfacción de los colaboradores en 30%.
“Un líder humano sabe que las personas no son recursos… son la razón por la que el negocio existe”
Cómo desarrollarlo en las organizaciones
- Invertir en liderazgo emocional: Programas como el de Google’s Project Oxygen demostraron que los mejores líderes no eran los más técnicos, sino los que mejor sabían escuchar, coachar y reconocer.
- Medir el “cómo” además del “qué”: Incluir comportamientos de liderazgo humano en las evaluaciones de desempeño. Ejemplo: en Pixar, el feedback abierto es parte de la cultura diaria, generando entornos creativos y psicológicamente seguros.
- Crear espacios de vulnerabilidad: En LinkedIn, las reuniones de equipo comienzan con “check-ins emocionales” para conocer cómo está cada persona más allá del rol.
“Si tu cultura no permite liderar con humanidad, prepárate para perder humanidad… y talento.”
Resumen clave:
El liderazgo humano no es un lujo blando ni una tendencia pasajera. Es la capacidad de:
- Ver a las personas más allá de los resultados.
- Sostenerlas en los momentos difíciles.
- Crear culturas donde la conexión humana sea tan importante como los KPIs.
Los datos lo confirman: equipos liderados con humanidad son más productivos, retienen mejor al talento y generan innovación sostenible.
Porque al final, las organizaciones no recordarán al líder que logró el mayor EBITDA, sino al que logró que su gente creyera en sí misma cuando nadie más lo hacía.
¿Cuál es el acto más humano que recuerdas de un líder?
(infocapitalhumano.pe)