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Por DCH – Organización Internacional de Directivos de Capital Humano:
Para 2030, los Millennials y la Generación Z conformarán el 74% de la fuerza laboral global. Su influencia en los modelos de trabajo, expectativas y dinámicas de liderazgo es creciente y redefine estándares históricamente asociados al desarrollo profesional.
El análisis de la encuesta anual de Deloitte permite identificar cinco tendencias estructurales que describen con precisión sus motivaciones, prioridades y percepciones sobre el entorno laboral actual.
1. La ambición cambió de forma
Se suele pensar que estas generaciones carecen de la ambición, pero eso podría verse como un error. Su ambición es fuerte, pero su definición de éxito ha cambiado radicalmente, alejándose de la tradicional escalera corporativa.
El dato más revelador es que solo el 6% de la Gen Z afirma que su principal objetivo profesional es alcanzar un puesto de liderazgo directivo. Su ambición no se centra en el poder jerárquico, sino en el crecimiento personal y el equilibrio. Cuando se les pregunta por las principales razones para elegir a su empleador actual, sus prioridades son claras: equilibrio entre la vida laboral y personal, oportunidades de progreso y aprendizaje y desarrollo.

2. Cuestionamiento del modelo educativo tradicional
Un número significativo de jóvenes profesionales está reconsiderando el valor y el costo de la educación superior tradicional. Casi un tercio tanto de la Gen Z (31%) como de los Millennials (32%) decidieron no cursar estudios superiores. Las razones detrás de esta decisión son fundamentalmente dos:
- El alto costo: El 40% de la Gen Z y el 38% de los Millennials citaron el elevado costo de la matrícula como su principal preocupación.
- El retorno de la inversión: Existe un escepticismo creciente sobre si las universidades proporcionan suficiente experiencia práctica para preparar adecuadamente a los estudiantes para el mercado laboral actual.
3. Adopción Estratégica de la IA y fortalecimiento de las habilidades blandas
Contrario al temor de ser reemplazados por la tecnología, estas generaciones están adoptando activamente la Inteligencia Artificial Generativa. Una mayoría, el 57% de la Gen Z y el 56% de los Millennials, ya la utilizan en su trabajo diario.
Reportan beneficios claros de su uso: mejora la calidad de su trabajo, les libera tiempo para centrarse en tareas más estratégicas y mejora su equilibrio entre la vida laboral y personal. Sin embargo, su adopción no es ingenua; también tienen preocupaciones significativas. Les inquieta que la IA reduzca los empleos disponibles y dificulte la entrada de los jóvenes al mercado laboral.
Este enfoque pragmático revela un giro contraintuitivo: a medida que se vuelven más competentes técnicamente con la IA, creen que las habilidades blandas se han vuelto más cruciales que nunca.
A medida que continúan desarrollando sus habilidades técnicas, también creen que desarrollar habilidades blandas, como la empatía y el liderazgo, es más importante que nunca.
4. El Propósito es Clave, pero Tiene un Plan B
El propósito en el trabajo no es un lujo, es una necesidad fundamental para estas generaciones. Una abrumadora mayoría (89% de la Gen Z y 92% de los Millennials) confirma que es importante para su satisfacción laboral y bienestar. De hecho, más de la mitad considera que el trabajo significativo es un factor muy importante al elegir un empleador.
Sin embargo, también son pragmáticos. La encuesta revela un matiz importante: para aquellos que no encuentran un significado profundo a través de su trabajo, el objetivo cambia. Se centran en ganar suficiente dinero y tener un buen equilibrio entre la vida laboral y personal para poder usar su propio tiempo y recursos para marcar la diferencia fuera del trabajo.
5. Brecha Crítica entre Líderes y Colaboradores
Existe una brecha significativa entre lo que la Gen Z y los Millennials necesitan de sus líderes y lo que sienten que están recibiendo. Esta desconexión es una fuente importante de frustración y estrés. Sus expectativas sobre el rol de un mánager son claras. Creen que su función principal debería ser:
- Proporcionar orientación y apoyo.
- Inspirarlos y motivarlos.
- Ofrecer mentoría.
- Ayudarlos a establecer límites para el equilibrio entre la vida laboral y personal.
En contraste, la realidad que perciben es muy diferente. Mientras que estas generaciones buscan un coach, sienten que reciben un micro-manager, centrado principalmente en supervisar de cerca las tareas del día a día.
Reescribiendo las Reglas del Trabajo
La Gen Z y los Millennials no solo están ingresando a la fuerza laboral, la están remodelando activamente en torno a esa nueva “trifecta” de prioridades: seguridad financiera, trabajo con propósito y bienestar integral. No ven estos elementos como opcionales, sino como los pilares fundamentales de una carrera satisfactoria y una vida feliz.
Ignorar estas verdades ya no es una opción para las empresas que buscan atraer y retener al mejor talento. La pregunta final para los líderes y directivos es: a medida que estas generaciones se convierten en la mayoría innegable, ¿están las organizaciones preparadas para cambiar fundamentalmente no solo lo que ofrecen, sino también cómo lideran?
(infocapitalhumano.pe)









