La empresa de origen belga, Inspiratus Technologies, inauguró la primera planta industrial de producción de biochar en el país, en Piura, la cual demandó una inversión inicial cercana a los US$3 millones.
Se trata de una solución para mejorar la calidad de tierras y su productividad; así como para incrementar el número de hectáreas de cultivo a través de una regeneración masiva de suelos. El biochar, o biocarbón, convierte los residuos de la producción agrícola en un recurso valioso, lo que elimina la práctica de quemas agrícolas y contribuye a la mejora de la calidad del aire.
Ubicada en Jibito, distrito de Sullana (Piura), esta planta tiene una capacidad inicial para procesar 40.000 toneladas anuales de residuos agrícolas, principalmente broza de caña de azúcar, y transformarlas en hasta 10.000 toneladas de biochar. Dado que inició operaciones a mediados de 2025, la compañía proyecta procesar entre 15.000 y 20.000 toneladas en este primer año, reveló Sebastiaan Saverys, fundador y CEO de Inspiratus Technologies, a Forbes Perú.
“Este volumen se traduce en una producción estimada de entre 4.500 y 6.000 toneladas de biochar, dependiendo del tipo y contenido de humedad de la biomasa utilizada. A nivel climático, este volumen implica una remoción estimada de entre 13.000 y 15.000 toneladas de CO₂ equivalente, dado que el biochar representa una forma estable de almacenamiento de carbono atmosférico, con permanencia superior a 100 años”, dijo.
Cabe señalar que la planta ha sido diseñada con una lógica modular y replicable, lo que permitirá su expansión en Perú y otros países en los próximos años, destacó Saverys.
En esta etapa, el ejecutivo explicó que Piura fue la región elegida para la construcción de la planta por su alta producción agrícola (caña de azúcar, arroz, maíz, entre otros), ya que esta genera grandes volúmenes de desechos.
Interés de agroexportadoras
El modelo económico de la planta no depende exclusivamente de las agroexportadoras, aunque ellas son actores clave en el ecosistema de usuarios, relató el CEO de Inspiratus Technologies. “Desde antes de la construcción, hemos sostenido conversaciones con varias empresas agroexportadoras”, comentó.
Estas empresas, agregó, muestran un alto nivel de interés en esta tecnología debido a que la planta de biochar les permitirá reducir los niveles de metales pesados como el cadmio —particularmente importante para cumplir estándares europeos—, optimizar costos asociados al uso de fertilizantes, y estabilizar la productividad agrícola en contextos de estrés climático o suelos degradados.
Saverys también recalcó que el biochar producido se convierte en una fuente de créditos de carbono certificados. Esto le permite abrir un segundo frente de ingresos a la compañía mediante la venta de CORCs (Carbon Removal Certificates), en mercados internacionales.
“Estos créditos no son utilizados para compensar emisiones propias, sino que se destinan a terceros interesados en apoyar proyectos de remoción real y permanente de carbono”, indicó.
Perú, país estratégico para el biochar
La compañía, que pertenece al grupo belga Inspiratus Holding BV, cuenta con experiencia promoviendo modelos de negocio sostenibles en países como Senegal, Guatemala, Etiopía y Perú. Sin embargo, se trata de la primera planta industrial de biochar que desarrolla el grupo en el mundo.
Fueron varios los factores que contribuyeron a la decisión de realizar el proyecto en Perú, señaló Saverys. Por un lado, en el país existe una abundancia de biomasa residual disponible al contar con una agroindustria altamente desarrollada —especialmente en el sector azucarero— que genera grandes cantidades de residuos de biomasa que actualmente no son valorizados. “En muchas zonas, estos residuos son dejados en campo o simplemente descartados, representando una oportunidad concreta para una transformación productiva”, dijo.
Asimismo, desde la compañía vieron una demanda creciente por soluciones regenerativas. “La expansión de cultivos de alto valor como arándano, uva o palta, sumada a los desafíos relacionados con la salud del suelo y los límites de residuos como el cadmio, ha generado un interés creciente por el biochar como enmienda de suelo”, relató. Por otro lado, Saverys resaltó la cultura de transformación acelerada en el país: “Perú ha demostrado en otros sectores (como el riego tecnificado y la agroexportación) una gran capacidad para adoptar nuevas tecnologías de forma rápida”, agregó.
¿QUÉ ES EL BIOCHAR?
El biochar es una forma de biocarbón creado calentando biomasa (residuos agrícolas) en un entorno de bajo contenido de oxígeno a través de un proceso llamado pirólisis. La pirólisis ocurre a altas temperaturas, generalmente entre 350 y 700 grados Celsius, lo que elimina los compuestos volátiles y deja un producto estable rico en carbono conocido como biochar. Esta sustancia posee propiedades con potencial para el almacenamiento de carbono, mejorar la salud del suelo y los árboles, y aumentar los rendimientos de los cultivos para los agricultores.
(forbes.pe)