El 2025 parece marcar el fin definitivo del trabajo remoto. Compañías multinacionales como Amazon, AT&T y Walmart anunciaron desde el año pasado que sería obligatorio el regreso a las oficinas los cinco días de la semana desde este año. Y recientemente JP Morgan, el banco más grande de Estados Unidos, informó que adoptará esta medida desde marzo. ¿La razón? “Lograr mayores niveles de innovación, creatividad y trabajo en equipo”, justificó Jamie Dimon, CEO de JP Morgan y un gran defensor del lugar de trabajo tradicional.
Esta tendencia no es ajena a Latinoamérica: la encuesta bianual Global Future of Work de la empresa global de servicios inmobiliarios JLL señala que Latinoamérica lidera en el mundo el trabajo presencial de cinco días en la oficina, lo cual equivale a que los empleados de 6 de cada 10 empresas asisten todos los días a la oficina. Dentro de la región, el Perú es el país que adopta con mayor frecuencia el modelo de trabajo presencial, con un 80% de las empresas reportando la asistencia de sus trabajadores a las oficinas los cinco días a la semana. Al respecto, Luis Sánchez, gerente de Investigación y Consultoría de JLL, señala que el progresivo retorno al trabajo presencial explica, en parte, el buen desempeño del mercado de oficinas local: el ratio de vacancia en Lima llegó al 18% en el 2024 y se espera que la demanda —que ya lleva tres años al alza— continúe creciendo este 2025. Cabe mencionar que la demanda anual de oficinas del 2024 llegó a 115.000 m2, todavía por debajo de lo registrado antes de la pandemia (150.000 m2).
¿Cómo se está viendo la mayor demanda de oficinas por tipos de empresas? Sánchez señala que las micro y pequeñas empresas (mypes) y los profesionales independientes fueron quienes han tenido una mayor notoriedad en la demanda de oficinas en el último semestre del 2024, explicado por unas mejores perspectivas de la economía y un afán de retomar sus actividades con un perfil corporativo. Además, la consultora ha identificado que, a lo largo del último año, las empresas grandes han tenido dos tipos de comportamientos. Por un lado, diversas compañías de origen peruano han decidido retomar el trabajo 100% presencial o ejecutar, en el mejor de los casos, un esquema híbrido impulsadas por los cambios introducidos el año pasado a la Ley de Teletrabajo. Por otro lado, las corporaciones multinacionales, que tienen “un pensamiento más europeo o norteamericano”, están apostando por mantener el esquema híbrido y plantean nuevas soluciones al trabajo presencial con la intención de retener a sus talentos.
En esa línea, los espacios de coworking, donde muchas empresas dieron sus primeros pasos al trabajo presencial tras la pandemia, mantienen una demanda en crecimiento. Ernesto de Olazával, CEO de Comunal, con 15 sedes en Lima, cerca de 400 clientes y un incremento de 30% en su facturación el último año, cuenta que cada vez ven una mayor migración hacia el trabajo híbrido. De hecho, una encuesta realizada por Comunal en Lima y México a trabajadores del conocimiento —profesionales que suelen utilizar conocimientos o experiencia especializados— detalla que el 56% de los colaboradores realizó trabajo híbrido en el 2024, 7 puntos porcentuales más que en el 2023. La modalidad presencial aumentó de 28% a 29% en el 2024; mientras que el trabajo remoto cayó de 23% a 15%.
De Olazával señala que justamente las empresas que alquilaron espacios de coworking durante la pandemia, con escritorios usados por más de una persona dependiendo del día y la hora, han elevado la cantidad de espacios rentados al traer a más colaboradores a esta modalidad de trabajo. “De repente, por ejemplo, [una empresa] tenía 50 colaboradores y nos rentaban 20 escritorios que daban vueltas. Ahora, van 100 colaboradores que le dan vuelta a 40 escritorios. Eso hemos visto bastante”, acota, tras señalar que el uso de tecnología como su app ha sido clave para esquematizar esa flexibilidad de horarios.
“Yo quisiera que todo vuelva a la normalidad” suele ser una frase común entre directivos de las compañías en Perú, según afirman especialistas consultados por Forbes Perú que son la mano derecha de las empresas en la gestión de personas. ¿La razón? Según David Cuervo, director general de Mercer en Perú, esta preferencia por la presencialidad desde la alta dirección se da porque no se han generado protocolos apropiados en cuanto a la medición de desempeño ni en la asesoría de liderazgo para jefes que supervisan a colaboradores tanto presencial como virtualmente. Pilar Quinteros, associate partner de Consultoría de EY Perú, también señala que la cultura organizacional tiene un papel clave en esta demanda por mayor presencialidad. “Lo que sí estamos viendo es una inversión en infraestructura para remodelar o acondicionar los espacios para que sean más colaborativos, donde las personas no tengan un lugar fijo de trabajo, sino que puedan tener flexibilidad de lugar. Es un proceso evolutivo y educativo para conectar ese cambio de cultura que trae el trabajo híbrido con el liderazgo y la gestión del talento”, anota.
Para los expertos consultados, retornar los cinco días a la semana tras haber trabajado en un esquema híbrido o virtual podría impactar en la retención laboral. Por ello, hoy las compañías están evaluando bien qué colaboradores y para qué asisten ciertos días al espacio de trabajo, explica Cuervo, de Mercer Perú. “No se trata de una conversación específica de cuántos días, sino cuándo vienen y a qué vienen. No nos sirve de nada que las personas lleguen a la oficina y se encierren para atender una reunión por Zoom, pues finalmente la presencialidad no se da”, manifiesta.
En ese sentido, más allá del cargo, la viabilidad del trabajo híbrido depende de la naturaleza del puesto, de las actividades o tareas que se realicen y de las necesidades operativas de la empresa, cuenta Carolina Colán, HR Team Leader Perú de Adecco. “La clave está en la flexibilidad del puesto y en cómo las actividades se alinean con las modalidades de trabajo disponibles”, señala la ejecutiva. Alineado a ello, Anabella Cordero, gerente de Recursos Humanos de IBM Perú y HR Partner para Consulting Colombia y Perú, señala que la empresa tecnológica está acatando el trabajo híbrido este año, pues consideran que la oficina “aporta muchísimo valor, los equipos pueden generar mayor colaboración, socialización, feedback cara a cara, aprendizaje más cercano de los compañeros y vivir más de cerca la cultura”. Pero añade que esta modalidad viene acompañada con una flexibilidad que abarca el esquema laboral de todos sus colaboradores, basado en su enfoque de trabajo por resultados. “Así, el colaborador tiene la oportunidad de organizar sus tiempos en la semana para lograr cumplir con sus objetivos y entregar los proyectos en los plazos establecidos. Esto promueve una cultura orientada a logros en lugar de simplemente medir la disponibilidad o la presencia”, agrega.
Flexibilidad en la oficina o en casa
Aliviar el peso de asistir más días a las oficinas presencialmente es una tarea difícil de cumplir, señala Ana Carolina Gusmán, directora de People & Culture de ManpowerGroup Perú. En ese sentido, las empresas ahora incluyen en su paquete de beneficios atributos relacionados a la flexibilidad. Así, cada vez más organizaciones ofrecen beneficios de horarios flexibles escalonados de trabajo (para adecuarse a las diferentes actividades que realizan sus colaboradores o evitar las horas de tráfico), licencias adicionales a las otorgadas por ley, horarios de verano (salir temprano los viernes) y early friday todo el año, enumera Gusmán.
En tanto, Cuervo, de Mercer Perú, señala también que hoy los acuerdos entre empleado y empleador son muy relevantes para lograr una flexibilidad más personalizada de la jornada laboral, ya sea que uno trabaje en la oficina o en remoto. “Por ejemplo, se acuerda que entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde tienes que estar disponible para conectarte. Puedes hacer lo que quieras de 8 a 10 de la mañana. Y de 4 de la tarde para adelante sabemos que es una franja de horario que no vamos a utilizar porque estamos con la familia”, explica. En esa línea, Colán, de Adecco, indica que otras empresas vienen explorando innovaciones relacionadas con el esquema laboral, como establecer una política de no programar reuniones en la última hora de la jornada para que los colaboradores puedan concluir su jornada sin interrupciones favoreciendo su tiempo personal; y programas de workation, que dan la opción de trabajar temporalmente desde destinos turísticos o fuera de la oficina.
Respecto a los próximos años, los especialistas apuntan a que se tenderá a los horarios y modalidades de trabajo más flexibles, más allá del lugar donde se trabaje. En ese sentido, se está empezando a dar un cambio en la gestión de cultura de las compañías, producto del proceso de retiro de los líderes “más antiguos y conservadores” y la llegada de otros que ya empiezan a preguntarse “por qué debemos trabajar cinco días”, relata Cuervo, director general de Mercer en Perú. Alineado a ello, países en la región como Chile han avanzado hacia la jornada laboral de 40 horas en cuatro días. En el Perú, Cuervo indica que, en la medida que el cambio cultural de los líderes se siga realizando, se desarrollarán más iniciativas para trabajar cuatro días. De momento, añade, algunos programas piloto en el país se han encontrado en el sector financiero, cuyo reto principal es segmentar adecuadamente a su fuerza laboral.
La nueva oficina
Para hacer más colaborativos los espacios físicos de trabajo, las empresas están demandando nuevas particularidades para sus oficinas. Luis Sánchez, de JLL, señala que las grandes empresas buscan que los edificios tengan áreas comunes más amplias para darles más comodidades a los colaboradores, así como que las oficinas que arriendan sean contiguas, cuando antes de la pandemia era común ver oficinas en pisos alejados.
Por otro lado, desde Comunal, Ernesto de Olazával señala que hoy los requerimientos van hacia la personalización “a medida” de las oficinas. Los clientes que rentan pisos enteros —que pueden albergar a más de 300 personas— son justamente los que hacen esas demandas, pues al tener a su equipo de RR. HH. más involucrado con sus colaboradores, entienden qué es lo que específicamente se necesita en el espacio. Por ejemplo, pueden pedir una cafetería más grande, más cabinas para realizar videollamadas o una sala de conferencias más amplia. Impulsado por esta tendencia, Comunal espera seguir creciendo en cobertura y robustecer su presencia con expansiones en sedes ya consolidadas. “Se viene un apertura nueva y estamos negociando en paralelo ubicaciones en distritos donde ya estamos, pero eran zonas donde no teníamos cobertura”, agrega.
(forbes.pe)