En una era definida por el vertiginoso ascenso de la inteligencia artificial (IA) y los centros de datos a gran escala que la impulsan, las empresas de servicios públicos se encuentran en una encrucijada crucial.
La demanda histórica de capacidad energética, sumada a una oferta limitada, ha otorgado a las empresas de servicios públicos una influencia sin precedentes en el corto plazo. Pero ¿Exagerarán y pondrán en peligro su posición a largo plazo?
Los hyperscalers como Google, Meta, AWS y Microsoft están invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en la implementación de la IA, creyendo que se trata de la tecnología transformadora que definirá el éxito futuro de las empresas, las sociedades y las naciones. Sin embargo, hay un gran obstáculo en su camino: la disponibilidad de energía para impulsar esta revolución.
Con una capitalización de mercado combinada que supera los 10 billones de dólares y un mandato tecnológico crítico, estos hyperscalers ahora enfrentan una serie de monopolios de servicios públicos regulados, a menudo lentos y deliberados, que se interponen en el camino de sus objetivos.
Para complicar aún más la situación, muchas empresas de servicios públicos ven una oportunidad de extraer valor. Cada vez exigen condiciones más agresivas: tarifas más altas, pagos iniciales más cuantiosos, plazos de entrega más largos y mínimos contractuales sustanciales. Si bien estas tácticas pueden abordar las preocupaciones regulatorias, ayudar a eliminar las solicitudes especulativas que obstruyen sus sistemas y maximizar las ganancias a corto plazo, corren el riesgo de desencadenar consecuencias a largo plazo que podrían debilitar fundamentalmente la industria de servicios públicos.
¿Qué está en riesgo para los servicios públicos?
Al presionar demasiado a los hyperscalers con plazos más largos y costos más altos, las empresas de servicios públicos están afectando las ganancias y pérdidas de algunos de sus clientes más rentables. Los hyperscalers consumen grandes cantidades de energía, lo que genera un valor empresarial significativo para las empresas de servicios públicos. Las ventas de electricidad de Dominion Energy a los centros de datos en Virginia, por ejemplo, representan el 24 por ciento de sus ventas totales en 2024, y probablemente un porcentaje mucho mayor de sus ganancias.
Sin embargo, los hyperscalers no carecen de alternativas. Google se ha asociado con Intersect Power y TPG Rise Climate para combinar la generación de energía limpia con el crecimiento de los centros de datos. Esta asociación desarrolla parques industriales con plantas de energía limpia ubicadas en el mismo lugar, creando de manera efectiva soluciones detrás del medidor que evitan por completo los servicios públicos tradicionales.
¿Su razonamiento? «La planificación y la inversión en la red eléctrica de Estados Unidos no han seguido el ritmo de las oportunidades de crecimiento económico del país. Muchas redes regionales enfrentan cuellos de botella en la capacidad de generación y transmisión, lo que las deja incapaces de dar cabida a aumentos de carga».
Además, las empresas de servicios públicos se enfrentan al espectro de la desregulación. Si se las considera obstáculos monopolísticos para el progreso, la intervención del gobierno puede resultar inevitable. Las propuestas de desregulación ya están ganando terreno. Los grupos y organizaciones de empresas de energía limpia como el Sierra Club han instado a la Comisión Federal de Regulación de la Energía a que revierta su decisión de aprobar el Mercado de Intercambio de Energía del Sudeste. En cambio, abogan por la integración de las empresas de servicios públicos en organizaciones regionales de transmisión (RTO, por sus siglas en inglés) como MISO (Operador Independiente del Sistema del Medio Continente) o PJM (una organización de operadores independientes en 13 estados del noreste al medio oeste) para fomentar la competencia.
La creciente independencia de los hyperscalers
Los hyperscalers no se quedan de brazos cruzados. Muchos están invirtiendo en soluciones de energía alternativa que podrían dejar obsoletas a las empresas de servicios públicos como proveedores primarios de energía. Por ejemplo, Meta se ha asociado con Sage Geosystems para explorar la energía geotérmica para centros de datos. La empresa también ha anunciado planes para un centro de datos de inteligencia artificial de 10.000 millones de dólares en Luisiana alimentado por energía nuclear, lo que ejemplifica el cambio impulsado por los hyperscalers hacia fuentes de energía innovadoras e independientes.
Estas inversiones ponen de relieve un futuro en el que los hyperscalers liderarán el nuevo desarrollo energético que tradicionalmente se esperaba de las empresas de servicios públicos. Si las empresas de servicios públicos no logran adaptarse, pueden verse marginadas mientras los hyperscalers desarrollan sus propios ecosistemas energéticos.
Un camino a seguir: colaboración e innovación
En lugar de centrarse en las ganancias a corto plazo, las empresas de servicios públicos tienen la oportunidad de redefinir su papel en esta nueva era asociándose con hyperscalers y con los ecosistemas de infraestructura y socios financieros que se alinean con ellos, para satisfacer la demanda sin precedentes impulsada por la revolución de la IA. Si las empresas de servicios públicos pueden actuar con mayor rapidez, resistir la tentación de obtener ganancias inmediatas e invertir con la vista puesta en el futuro, aún pueden obtener grandes ganancias.
Medidas inmediatas para fomentar la colaboración
Las empresas de servicios públicos podrían comenzar con una renovada urgencia por asociarse con empresas de gran escala para satisfacer sus necesidades inmediatas. Por ejemplo, la asociación de Microsoft con Constellation Energy para reabrir la planta nuclear de Three Mile Island demuestra cómo los esfuerzos de colaboración pueden abordar las demandas de las empresas de gran escala y, al mismo tiempo, revitalizar la infraestructura energética tradicional.
Es fundamental colaborar con los hyperscalers y los desarrolladores de centros de datos en proyectos energéticos, infraestructura compartida y modelos de financiación creativos. Por ejemplo, los hyperscalers también están explorando el uso de sistemas de almacenamiento de baterías a gran escala integrados con fuentes de energía renovable, como parques eólicos y solares, para garantizar un suministro de energía constante y sostenible para los centros de datos. Las empresas de servicios públicos deberían tomar nota y buscar este tipo de asociaciones que aprovechen sus puntos fuertes existentes y, al mismo tiempo, aborden las necesidades específicas de los hyperscalers.
Inversión a largo plazo en innovación
Los esfuerzos acelerados a corto plazo deben ir acompañados de innovación a largo plazo. Invertir en una gestión avanzada de la red, una mayor capacidad de generación y energía renovable es crucial para que las empresas de servicios públicos sigan siendo indispensables en el ecosistema energético del futuro. Iniciativas como el programa DCFlex del Electric Power Research Institute (diseñado para mejorar la resiliencia de la red mediante la colaboración con los centros de datos) demuestran el potencial de las asociaciones impulsadas por la innovación.
Las empresas de servicios públicos también deberían explorar nuevas fuentes de energía, como pequeños reactores nucleares modulares, energía geotérmica y almacenamiento en baterías a gran escala. Al alinear sus estrategias de inversión con las tendencias de innovación que configuran el mundo de los hyperscalers, las empresas de servicios públicos pueden asegurar su relevancia en el cambiante panorama energético.
Cómo evitar las trampas del pensamiento a corto plazo
Las empresas de servicios públicos deben resistir las tentaciones de corto plazo y la presión regulatoria miope. Aprovechar el aumento actual de la demanda y las limitaciones de la oferta podría fácilmente resultar contraproducente, ya que los hyperscalers tienen tanto los recursos como la motivación para innovar en torno a los obstáculos de los servicios públicos. Las decisiones a largo plazo deben priorizar la colaboración y la innovación por sobre las ganancias inmediatas o la protección regulatoria. En un cambio económico tan profundo como la revolución de la IA, es probable que los hyperscalers tengan un recuerdo duradero, especialmente si se sienten presionados injustamente.
El reloj avanza
El auge de la inteligencia artificial presenta una oportunidad única para que las empresas de servicios públicos redefinan su papel. La capacidad energética tiene amplias implicaciones económicas y ambientales para nuestro futuro y los hyperscalers están preparados para financiar la innovación y el desarrollo necesarios para expandirla. Al optar por la asociación en lugar de la maximización de las ganancias a corto plazo, las empresas de servicios públicos pueden asegurar su lugar en esta era transformadora y liderar la revolución energética.
Lo que está en juego es inmenso: un sector de servicios públicos más resiliente e innovador podría impulsar el crecimiento económico, acelerar la descarbonización y consolidar un papel fundamental en el futuro de la tecnología. ¿Estará la industria de servicios públicos a la altura del desafío?
(datacenterdynamics.com)