Los próximos años se vislumbran como un período de gran expectativa, especialmente en el ámbito empresarial y organizacional, siendo las siguientes tendencias aquellas que ya configuran la gobernanza corporativa desde este 2024:
1. Entorno geopolítico tenso
Se prevé que la inestabilidad económica y política global genere incertidumbre. Asimismo, se espera que las tensiones geopolíticas persistan con los impactos de la guerra en Ucrania, los conflictos en Israel y Gaza, así como otras crisis emergentes. Sumado a ello, el avance de líderes populistas refleja crecientes preocupaciones sobre la inmigración y la seguridad, agravadas por eventos climáticos que producen grandes migraciones de población.
2. Creciente protagonismo de la economía ESG
A pesar de ser un objetivo de controversia entre activistas y sectores conservadores, las empresas no pueden ignorar cómo los factores ESG — medio ambiente, capital humano y prácticas éticas — afectan las cadenas de suministro, las bases de clientes, la disponibilidad de materiales, entre otros aspectos. La sostenibilidad impacta cada vez más en la comunicación de resultados a los diferentes grupos de interés, impulsando a los directorios a ir más allá de la regulación y cuestionar activamente sus acciones y medidas al respecto, así como su impacto en el negocio.
3. Aumento del activismo de los accionistas
Los accionistas activistas están retomando su protagonismo previo a la pandemia. La delegación universal de poderes ha generado incertidumbre y nuevas oportunidades en los directorios, permitiendo a este grupo influir, obtener concesiones e incluso puestos en dicho cuerpo directivo. No obstante, enfrentarse a luchas por el poder parece más riesgoso desde la adopción de esta medida; por lo que la atención está recayendo en los directores independientes, quienes deben asumir un papel cada vez más estratégico y visible.
4. Refuerzo en la integración de la estrategia y la gobernanza del riesgo y el cumplimiento
Las amenazas antes mencionadas, junto con tecnologías emergentes y riesgos inesperados como la inteligencia artificial (IA) y la IA generativa, los ciberataques y el cambio climático, entre otros, están transformando el panorama de manera acelerada. Por ello, los directorios deben enfocarse en la estrategia, la interconexión de los riesgos y en fortalecer las estructuras y prácticas de gobernanza corporativa.
En particular, la gobernanza de los riesgos empresariales debe ocupar sistemáticamente una parte significativa del orden del día para garantizar que el directorio pueda realizar una supervisión oportuna.
Por su parte, el cumplimiento normativo, más allá de satisfacer requisitos regulatorios, se convierte en un facilitador de cambios estratégicos, otorgando agilidad y confianza a las organizaciones para explorar nuevos modelos de negocio y mercados.
De acuerdo con lo mencionado, es importante recordar que el incumplimiento representa riesgos más allá de las multas o sanciones regulatorias, como daños significativos a la reputación. El aumento de regulaciones complejas y la cooperación internacional entre agencias exigen mayor transparencia y documentación del comportamiento organizacional, situando a la gobernanza en el centro de esta transformación.
5. Mayor atención a la cultura de los directorios
Una supervisión eficaz y la adaptación a cambios normativos y tecnológicos requieren directorios con capacidad para tomar decisiones informadas y estratégicas. Para ello, deben revisar su propia cultura organizativa y cuestionarse: ¿se están planteando las preguntas correctas?, ¿se está aprovechando la diversidad de conocimientos y perspectivas? En este punto, cabe resaltar que la ausencia de desacuerdos visibles no garantiza un rendimiento óptimo. Por esa razón, un directorio que promueva el diálogo constructivo y la diversidad de ideas será fundamental para enfrentar desafíos complejos y asegurar el éxito organizacional.
En un entorno cada vez más desafiante, las organizaciones que se adapten con rapidez y agilidad a estas tendencias fortalecerán su competitividad y sostenibilidad a largo plazo. Como afirmó Charles Darwin: “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”.
(forbes.pe)