Conforme nos acercamos al cierre del año, los altos directivos de las empresas convocan a sus gerentes para evaluar los resultados obtenidos y proyectar las metas del siguiente período. En estos encuentros, el foco se concentra en métricas de rentabilidad, crecimiento de mercado, eficiencia y ahorro de costos. Áreas operativas y comerciales tienden a dominar estas conversaciones al ser las que generan ingresos y establecen parámetros estratégicos fundamentales, desde decisiones de precios y distribución hasta reestructuraciones operativas.
Sin embargo, un enfoque integral en el crecimiento sostenible exige una mirada diferente: el involucramiento pleno de todas las áreas funcionales de la empresa, particularmente de los equipos de recursos humanos y relaciones laborales. Los CEO y directores tienen ahora el reto de reconocer que la verdadera ejecución de cualquier estrategia recae en el talento humano, para la generación de su compromiso y acompañamiento en su preparación. Integrar estos equipos al diseño estratégico no es solo una recomendación, sino una necesidad para adaptar a la organización y sus trabajadores a los desafíos del negocio.
Transformar el rol de los equipos de relaciones laborales
A menudo, las áreas tradicionalmente de soporte, como Recursos Humanos y Relaciones Laborales, se encuentran en un segundo plano durante la planificación. Su rol, visto clásicamente como de soporte, debe evolucionar desde una función meramente operativa a una función estratégica, que asegure el alineamiento de los trabajadores con los objetivos trazados.
Para lograrlo, los directivos pueden incluir a los responsables de gestión del talento en las mesas de planificación estratégica, permitiéndoles diseñar en tiempo real programas y estructuras que aseguren el logro de los objetivos empresariales, tales como:
- Capacitación y desarrollo de competencias: Los programas de re-skilling y up-skilling son necesarios para preparar a los trabajadores para generar las nuevas habilidades que les permitan enfrentarse a nuevas tecnologías, permitiendo una respuesta ágil y eficiente a los nuevos desafíos.
- Actualización de descripciones de puestos y estructuras organizativas: A medida que se redefine la estrategia, la estructura organizacional y las responsabilidades de los roles deben adecuarse a la par, a fin de permitir a los trabajadores comprender contribuyen de forma individual con los objetivos de la empresa.
- Definición de metas y evaluación de desempeño: Establecer metas alineadas con los objetivos estratégicos asegura que el esfuerzo individual y colectivo se dirija a lograr los mismos fines.
- Reclutamiento estratégico de talento: Identificar las nuevas habilidades necesarias para las estrategias corporativas resulta clave en un mercado cada vez más competitivo. El reclutamiento de talento clave es una inversión en la sostenibilidad de la compañía.
- Comunicación interna: Para que una estrategia pueda ser desplegada, debe ser conocida a todo nivel en la organización. La difusión de la estrategia a través de las piezas de comunicación adaptadas a cada nivel dentro de la empresa garantiza información que facilita el compromiso y el alineamiento.
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Beneficios tangibles de la colaboración entre relaciones laborales y estrategia empresarial
Cuando los departamentos de relaciones laborales están involucrados en la planificación estratégica, los beneficios se extienden más allá del rendimiento financiero, generando alineamiento, eficacia y prevención de conflictos.
Conclusión: las Relaciones Laborales y la gestión de personas como motor estratégico
Si las empresas buscan un crecimiento sostenible y duradero, deben reconocer que las personas son el pilar que sostiene cualquier estrategia. Las relaciones laborales, lejos de ser un área de soporte, es el área puente que conecta la visión empresarial con los trabajadores.
Este enfoque estratégico, centrado en las personas, no solo aumenta la satisfacción y productividad, sino que también posiciona a la organización para enfrentar cualquier desafío organizacional contando con aliados en su interior, preparados y comprometidos. El verdadero éxito corporativo no radica solo en las cifras, sino en las personas que cada día contribuyen a lograrlas. El éxito sostenido está en las manos de quienes implementan y viven la estrategia día a día.
(Forbes.pe)
