El Perú se encuentra rezagado en la extracción de litio, a pesar de contar con cuantiosas reservas. Muchas de estas aún no han sido registradas, mientras que los proyectos actuales se encuentran en fase de exploración. Impulsar nuevos proyectos privados es fundamental para aprovechar el crecimiento que esta industria puede aportar a la región.
Nuestro país aún no cuenta con producción oficial de litio, aunque tiene dos proyectos de exploración en desarrollo, según el Ministerio de Energía y Minas (Minem). En contraste, Chile se situó como el segundo principal productor de litio a nivel mundial, con 44,000 toneladas métricas (TM), por detrás de Australia (86,000 TM), según el Servicio Geológico de EE. UU. (USGS, por sus siglas en inglés).
En la región América Latina y el Caribe, países como Argentina (9,600 TM) y Brasil (4,900 TM) también han incursionado en la producción de este mineral, según la USGS. Y nuestro socio comercial más importante en productos mineros, China (33,000 TM), es el tercer productor de litio en el mundo.
La demanda de litio aumentó de 101,000 a 165,000 toneladas entre 2021 y 2023, un incremento del 63.4%, según la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en ingles). Las proyecciones son bastante favorables. La IEA espera que la demanda alcance las 531,000 toneladas en 2030 (3.2 veces la actual) y 1,600,000 en 2050 (9.7 veces la actual). Esto asume un escenario conservador sobre el cumplimiento de los objetivos climáticos actuales (emisiones cero y metas de cada país).
La industria de autos eléctricos explicaría hasta el 80% de la demanda futura de litio, porque el mineral es indispensable para la elaboración de las baterías de estos vehículos, según las proyecciones del IEA. El porcentaje restante pertenecería a las demás formas de almacenamiento eléctrico (baterías para celulares, ordenadores, etc.) y otros usos. Se espera que más del 90% del litio se destine al desarrollo de tecnología de energías limpias.
¿De dónde vendrán los recursos para cubrir esta demanda?
El país con las mayores reservas[1] de litio registradas es Bolivia, con 23 millones de toneladas, según el USGS. A este le siguen Argentina (22 millones) y Chile (11 millones). El Perú se encuentra en el puesto 14, con 1 millón de toneladas. Sin embargo, esto cambiaría con la puesta en marcha de los proyectos de exploración en el sur del país, según el Minem.
Actualmente, son dos los proyectos de exploración de yacimientos de litio en el Perú: Falchani y Quelcaya, ambos operados por la minera canadiense Macusani Yellowcake, y localizados en el distrito de Corani, provincia de Carabaya, departamento de Puno, según el Minem. El primero se encuentra a la espera de aprobación de su estudio de impacto ambiental semidetallado (EIAsd), desde octubre de 2023; mientras que el segundo recibió en mayo, después de casi dos años, la autorización para iniciar sus operaciones.
Estos prevén un incremento de hasta 9.52 millones en las existencias actuales, que llevarían al Perú al cuarto lugar y abrirían el camino para esta industria en nuestro país, según un informe de American Lithium Corporation, la principal inversionista de los proyectos. La corporación engloba ambos proyectos como uno solo, bajo el nombre de Falchani, y, según la misma, se trataría del sexto depósito de litio de roca dura más grande del mundo.
El caso base del proyecto prevé únicamente la producción de carbonato de litio (LCE)[2], que proyecta un flujo de caja anual promedio antes de impuestos de US$ 1,019 millones, y de US$ 644 millones luego de impuestos, según la evaluación económica preliminar de la corporación. Es decir, generaría US$ 375 millones anuales de ingresos al Estado por concepto de impuestos y canon, durante los 43 años de vida del proyecto.
Según el director ejecutivo de American Lithium, la solidez del entorno económico sería un factor clave para la realización del proyecto. Además, las mejores previsiones del mercado internacional y los bajos costos de capital convertirían a Falchani en uno de los proyectos de litio de roca dura (a diferencia de otros yacimientos, como los salares en Bolivia y Argentina) más grandes del mundo.
El crecimiento de la demanda global de litio brinda al Perú una oportunidad única para desarrollar una nueva industria con apoyo del sector privado. Esto generará mayores recursos públicos, que podrán destinarse al cierre de brechas en nuestro país. No dejemos pasar esta oportunidad.
Fuente: ComexPerú
[1] Se incluyen los recursos de litio medidos (cuya cantidad, calidad y forma están bien definidas a través de inspecciones y muestreos detallados y cercanos) e indicados, estimados con menor precisión que los medidos, pero con suficiente certeza a partir de datos más espaciados.
[2] El caso alternativo del PEA incluye la producción adicional de sulfato de potasa de alta pureza y sulfato de cesio como subproductos de los años 6 a 43 junto con la expansión inicial.