El 2023 fue retador para el sector construcción. Los conflictos sociales a inicios del año, los factores climáticos, el menor consumo de cemento ante la recesión y el menor interés por asumir préstamos hipotecarios, dieron como resultado que el rubro cayera en 8%. Pese a esa coyuntura, Cerámica San Lorenzo continuó ejecutando sus planes de inversión de cerca de 17 millones de dólares—lo cual incluye la ampliación de su planta de producción en Lurín— con miras a capitalizarlo desde este 2024: la empresa espera que su facturación crezca en un porcentaje de doble dígito este año.
“Veníamos de muy buenos años. La industria, durante la época de la pandemia, pudo hacer muchas cosas, que finalmente se capitalizó en la pospandemia. Vimos [una caída en el sector] como un tema cíclico, como algo que iba a suceder en algún momento”, dijo a Forbes Doménico Casaretto, gerente general de Cerámica San Lorenzo.
La empresa dedicada al diseño, manufactura y distribución de revestimientos cerámicos para pisos y muros—que es parte del Grupo Lamosa, el principal fabricante de cerámica en Latinoamérica y el segundo en el mundo— logró mantener su participación de cerca del 24% del mercado de revestimientos en Perú en 2023. El año pasado también aceleró las inversiones en sus plantas para hacer más eficientes sus operaciones y generó una dinámica de compra de productos en segmentos con oportunidad de crecimiento.
Hacia un hub regional
Una de las grandes vías de crecimiento para Cerámica San Lorenzo es el mercado internacional. Actualmente, todos los productos fabricados en Perú son exportables a otros países donde el Grupo Lamosa está presente.
“Atendemos el mercado chileno y ecuatoriano. Y ya estamos abasteciendo desde diciembre a la costa del Pacífico de los Estados Unidos y a algunos países de Centroamérica. La estrategia es convertir a San Lorenzo Perú en un hub de fabricación de cerámicos de Latinoamérica para el mundo”, relató Casaretto.
“La operación de Perú es estratégica [para el grupo Lamosa]. Es un mercado que el grupo ve con mucho potencial y es estratégica por la ubicación geográfica”, añadió el ejecutivo.
De hecho, Cerámica San Lorenzo abastece al grupo Lamosa de Chile y Ecuador (en esos países no tienen planta). Las otras plantas que tiene el grupo en la región son dos en Colombia, que abastecen a Ecuador, y otras dos en Argentina, que abastecen en parte al cono sur de Latinoamérica.
“Lo que tenemos hacer [este año] es seguir estratégicamente respondiendo a las necesidades de los países donde ya abastecemos, como Chile, donde con nuestros productos se tiene entre el 25% y 27% del mercado, [y] Ecuador, donde no tenemos plantas, pero existen competidores locales que también hacen bien su trabajo y donde tenemos una participación del actual importante. Y hay que solidificar nuestra operación en Estados Unidos, que también es un mercado grande”, explica.
Casaretto señala que para convertir la operación de Perú en el hub regional de cerámicos al que apuntan, ha sido clave la inversión realizada en la planta de Lurín el año pasado. Con la suma de esta última y sus otras dos plantas en territorio peruano, la empresa incrementará en 10% su capacidad productiva. Esto les va a permitir ampliar la oferta en productos de primer precio —para aquellas personas que construyan su primer piso, enchapen por primera vez su baño, o amplíen su casa—, como cerámicos con gran brillo, una preferencia bastante arraigada en el consumidor peruano. Pero también podrán incorporar productos en tendencia, como tablones cerámicos con apariencia similar a la madera y de bajo mantenimiento. Todo ello pensando tanto en el consumidor local como internacional, sostiene el gerente general de la compañía.
Siguen las inversiones
Este año, las inversiones de Cerámica San Lorenzo sumarán alrededor de 9 millones de dólares. Estas incluyen mejoras en experiencia del cliente, proyectos de sostenibilidad, renovación tecnológica en las plantas para mejoras en productos, detalla Casaretto.
¿Cuáles serán los focos principales? El ejecutivo señala que son tres. Por un lado, seguirán innovando en acabados para productos de todas las gamas, tanto en fabricación local como importación de productos de Brasil, México y España, países donde opera el grupo Lamosa.
Por otro lado, buscan mejorar la experiencia de compra en los puntos de venta físicos para guiar al consumidor a lo que está buscando. Para ello, invertirán 1,5 millones de dólares en renovar todas las salas de sus principales clientes (tiendas para el mejoramiento del hogar), lo cual es casi cinco veces la inversión de otros años. Esto incluye tanto a Lima como a otras partes del Perú. “Hemos identificado entre 10 a 15 ciudades donde consideramos que hay oportunidad para que el consumidor tenga acceso a un producto San Lorenzo”, acota, como Yurimaguas o Nueva Cajamarca. Esto será un complemento a la plataforma digital que creó la empresa para realizar una simulación en 3D que permita remodelar espacios de la casa con los acabados que seleccione el usuario.
Finalmente, la sostenibilidad será un pilar relevante para la compañía este año. Cerámica San Lorenzo firmó un convenio con la empresa sueca Drupps para recuperar el 40% del agua que se usa dentro de la planta. El proyecto, que es el primero en ser implementado en una planta en el mundo, supuso una inversión de más de 600.000 dólares. “Nosotros utilizamos unos atomizadores que son los que hacen que convirtamos la arcilla en este polvito que finalmente se prensa y logra tener una pieza cerámica. De ahí se esmalta y hornea. Entonces, ese vapor es el que se va a reutilizar”, explicó.
A ello se suma el planteamiento de este año de reducir 100 toneladas de emisión de CO2 producto de la segregación de residuos. El año pasado, cuando redujeron 72 toneladas de CO2, lograron reaprovechar el 97% de residuos orgánicos.
“Yo no tomaría el año pasado como una tendencia, sino como este ciclo que hace que, lógicamente, crezca un poco la participación del segmento económico. Pero en el mediano plazo la gente va cambiando de gustos (…).Creo que somos la industria que democratiza muchas veces los formatos. Democratizar significa que le permite a la gente que no necesariamente tiene demasiados recursos acceder a un formato de calidad fabricado en Perú y con una calidad absolutamente exportable”, apuntó el ejecutivo.
Preferencias del consumidor
En cuanto a la demanda de los productos a nivel local, que se vio afectada por la recesión económica, Casaretto señala que esta ha sido sostenida principalmente por los productos del segmento más económico, ya sea porque enchapan por primera vez una pared o construyen su primer piso.
“Pero eso no quita que los gustos y preferencias sean muy transversales en el sentido de que puede ser que el producto sea de un segmento un poco más económico, pero el gusto y el acabado en el formato sí tiene cierta liberación”, recalca.
Por ejemplo, una de las tendencias más fuertes en el mercado es la inclinación por formatos cada vez más grandes. Una de las razones, indica, es que cada vez los ambientes son más pequeños y es preferible observar la menor cantidad de baldosas juntas.
En esa línea, dentro de las innovaciones de la compañía, además de los tablones cerámicos de 20 cm por 90 cm y 20 cm por 120 cm lanzados en el mercado que lanzaron en lo que va del año, en 2024 también lanzarán productos ultra brillo. Se trata de una pieza de 45 cm por 90 cm que se puede usar en paredes y pisos.
(forbes.pe)