La inteligencia artificial muestra un gran desempeño en la función de analizar y traducir datos y generar insights. Si se le da un set estable de reglas y patrones, lo hará de gran manera, explica Manuela Iglesias, Head of People Analtycs en Rankmi.
Para la especialista, es clave en este contexto definir el rol de las personas en los procesos, puesto que muchas veces se da el caso de clientes que quieren adoptar soluciones de inteligencia artificial para estar en la tendencia del momento, pero no se han preguntado realmente para qué la quieren usar, cuál es el objetivo y si tienen claro el sentido de las instrucciones para, en efecto, sacar provecho de esta tecnología.
“Eso no lo hace la inteligencia artificial por nosotros. Los que entienden del negocio y de recursos humanos comandan la IA, la orientan y le dan los desafíos, objetivos y herramientas para que luego traduzca eso en insights y acción. Es importante entonces la interacción entre las personas y la IA para el uso de los datos”, explica, y agrega: “Los datos son el centro y el corazón de la toma de decisiones; las herramientas de IA dependen de que tengamos buenos datos”.
Manuela Iglesias estima que para 2025 unos 85 millones de empleos en el mundo serán automatizados gracias a la inteligencia artificial, lo que significa que esos puestos no existirán más. Pero, a la vez, la tecnología habilitará la creación de 97 millones de nuevos puestos laborales, por lo que está claro que serán más los empleos que genere que los que elimine. El punto clave está en usar las herramientas que se nos ofrecen para dar valor al mercado y seguir siendo relevantes en el mercado.
De hecho, señala que un reciente sondeo identificó que en Linkedin los profesionales con formación en inteligencia artificial tienen un 35% más posibilidades de conseguir trabajo. Por ello, estima que el riesgo no está en que una IA nos reemplace, sino en cómo esta nos permite enfocarnos en temas más estratégicos. “Hay que ver cómo mantenernos relevantes en este entorno. Si hoy las personas usan estas tecnologías será capaces en el corto plazo de capacitarse; ahora saber sobre IA es una ventaja, pero en un tiempo más ya no será ventaja sino un requisito básico”.
Finalmente, la ejecutiva recomienda no complejizar los roles y funciones de la tecnología, ya que si una IA es mejor, por ejemplo, en redactar mensajes para cierto objetivo, no debe haber problema en dejar que se encargue de ello, liberando así nuestra discrecionalidad humana. En ese camino, lo más importante por ahora es aprender cuanto antes a utilizarla y hacer de estas herramientas parte de nuestra cotidianidad.