Considerada como una de las ferias más importantes para el segmento alimentario a nivel regional, Expoalimentaria abrió este miércoles sus puertas, celebrando además así su edición consecutiva número 15.
Julio Pérez Alván, presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), recordó que la organización no se detuvo ni siquiera en los años difíciles de la pandemia y que lleva ya dos años de vuelta a la presencialidad, esta vez con el lema “Expande tus oportunidades, exporta al mundo”, con el que busca impulsar a productores y exportadores peruanos grandes, medianos y pequeños.
En esa perspectiva, saludó la presencia relevante de pabellones regionales de diversas zonas del país como Huánuco, Ayacucho, Cajamarca, Ucayali, Cusco, Piura, Huancavelica, Loreto y Áncash; así como de los pabellones internacionales, como Brasil, Indonesia, Ecuador y China. “Estamos seguros de que el visitante vivirá una experiencia de 360 grados del sector alimentario”, apuntó.
Impacto económico
El ejecutivo se refirió al impacto objetivo de la feria como impulsora de negocios a lo largo del tiempo, haciendo el paralelo entre su desarrollo y el auge de las agroexportaciones peruanas, que saltaron de 2,425 millones de dólares en 2009 (cuando se hizo la primera edición de Expoalmentaria) a 9,823 millones de dólares en 2022. “Es un salto cualitativo enorme, en el que contribuyó Expoalimentaria”, señaló.
Sobre la incidencia directa de la feria, señaló que en la edición pasada, la expectativa de exportaciones en el marco del evento era de 320 millones de dólares. Un estudio posterior de la firma independiente ‘Perfiles y Consumidores’ confirmó que estas proyecciones se materializaron en un 91.5%, lo que significa que Expoalimentaria contribuyó con 293 millones de dólares, es decir un 3.1 % del total de exportaciones de alimentos del Perú. “Ese es el impacto importante de esta feria, que en un solo evento de tres días se ha convertido en el más importante de Perú y Latinoamérica”, agregó.
Tareas por delante
Julio Pérez Alván ponderó el camino de la agroexportación peruana hasta convertise en el referente mundial que es hoy, y dijo que esta historia se empezó a escribir en base a cuatro pilares como son el empuje emprendedor de los empresarios peruanos, la naturaleza propicia del país, la política de apertura comercial y la Ley 27360 de promocion agraria que alentó la inversión de largo plazo en el sector.
Lamentó que esta norma ya no se encuentre vigente (fue derogada en 2020), lo que se traduce ahora en una relantización del sector, ya que la nueva versión no mejoró a la anterior. A este traspié se suman los fenómenos climáticos y el incremento en el costo de los insumos a nivel mundial, lo que plantea un escenario de varios peligros para este sector clave de la economía peruana.
Con la mira puesta en ese objetivo, estimó que hay aspectos clave a trabajar como reducir la informalidad con mayor velocidad, mejor la competitividad del país, incrementar las capacidades técnicas de las instituciones públicas, reforzar el trabajo de los sectores público-privado, recuperar la confianza del mundo mejorando la imagen del país, abrir mercados con más acuerdos de libre comercio, mayor apertura sanitaria, poner en práctica la nueva ley de cabotaje y apoyar a las pequeñas y medianas empresas para aprovechar las oportunidades de la nueva economía.
“Necesitamos que el poder Ejecutivo escuche y actúe con eficiencia y prontitud, y que el Congreso no ceda al populismo y trabaje en iniciativas en favor del futuro del país y que potencie las actividades productivas que generen empleo formal y digno. Todo suma a que nuestro Perú sea un proveedor confiable de alimentos”, concluyó.
Dato
En la ceremonia de inauguración participaron además Edgar Vásquez, director del CIEN-ADEX. Juan Carlos Mathews, ministro de Comercio Exterior y Turismo, y Ana María Choquehuanca, ministra de la Producción.