La innovación alimentaria y nutritiva puede tener un gran sabor, y más se trata de una gomita saludable que aprovecha las frutas de una región plena de productos como es La Libertad. Allí es donde surge Gomymax, una iniciativa nacida en las aulas universitarias y que va afinando su proceso productivo para luego saltar al mercado con una propuesta diferenciadora frente a las golosinas comunes.
Max Vásquez, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Privada Antenor Orrego y fundador de Gommymax, nos cuenta que la idea surge en 2014 con la preocupación por los índices de colorantes, saborizantes y azúcar que se aplican a las golosinas tradicionales.
“Pensamos entonces en aprovechar los recursos de la agroexportación de La Libertad para desarrollar una confitería saludable con las gomitas. Ahí surge, a nivel de investigaciones de tesis, la idea de formular una gomita a base de pulpa de maracuyá con adición de harina de chía. Conseguimos establecer la fibra, olor, texturas y compuestos fenólicos del producto y lo comparamos con gomitas comerciales, donde no existía la adición de pulpas”, cuenta el investigador.
La gama de sabores se ha ido ampliando y Gomymax empezó a elaborarse también con extracto de arándano enriquecido con harina de quinua, con resultados satisfactorios desde el punto de vista de los antioxidantes y los compuestos fenólicos. Esto impulsó a investigar más en los hidrocoloides, el uso de gelatina, eliminación del azúcar y la adición en su lugar de stevia. También se ampliaron las posibilidades de harinas abriendo la puerta a otros granos andinos como la kiwicha y la cañiwa, que se han comportado muy bien en conjunto en las pruebas de estabilidad.
El prototipo de la gomita con pulpa de frutas está desarrollado a un 95% y ya se trabaja en el empaque, lo que dará pie al impulso en aspectos como marketing y plan de mercado una vez que el esquema de producción esté afinado. La idea inicial es impactar el mercado local, pero ya en esta etapa ha surgido el interés de compradores de Centroamérica, quienes han mostrado curiosidad por los agregados con granos andinos, que es un elemento totalmente nuevo para ellos en este tipo de dulces.
“Propongo una confitería saludable, porque en el Perú tenemos altos índices de anemia, chicos con caries y también con sobrepeso por el consumo de este tipo de golosinas”, destaca Max Vásquez.
Dato
A modo experimental, Gomymax también se elaboró con algarrobina, logrando un gran sabor. La paleta de sabores puede así ampliarse y se ha pensado igualmente en la granada, aceites esenciales y plantas medicinales desde el próximo año. Además de un enfoque en la economía circular, con lo que se buscaría aprovechar los residuos de la agroindustria.