Los recursos naturales de la Tierra se están agotando a un ritmo alarmante, específicamente 1.8 veces más rápido de lo que el planeta puede reponerlos. Para 2050, se prevé que esta situación incremente hasta 2.3 veces más de lo que es sustentable. Además, tenemos que sumar los 50 millones de toneladas de residuos electrónicos que se generan anualmente, equivalentes al peso de todos los aviones comerciales que se han fabricado hasta hoy.
Sin embargo, estamos a tiempo, la adopción de prácticas comerciales circulares como minimizar residuos, reutilizar y regenerar productos, y promover la producción sostenible ayudaría a construir un futuro mejor. No obstante, hay un largo camino por recorrer. La economía global actual es solo 7.2% circular.
Si bien las empresas multinacionales tienen un papel vital que desempeñar, la circularidad puede ser adoptada por organizaciones de todos los tamaños y sectores. Las pequeñas y medianas empresas están adoptando los modelos circulares impulsando las plataformas compartidas y el consumo colaborativo.
Conquistar al consumidor responsable
Está claro que los consumidores de hoy son más conscientes del medio ambiente. En consecuencia, las empresas que priorizan la circularidad pueden cumplir sus expectativas y lograr beneficios ambientales y comerciales a largo plazo.
Aunque normalmente requieren una inversión inicial, los programas de circularidad pueden ayudar a reducir los gastos, incrementar la eficiencia, e incluso encontrar nuevas fuentes de ingresos. Brindar herramientas de medición que pronostican la prevención de residuos y el ahorro de costos, puede demostrar ventajas, fomentando aún más la confianza y la lealtad del cliente.
Comenzar (y terminar) tomando en cuenta el ambiente.
Los productos circulares están diseñados tomando en cuenta el ambiente, considerando su ciclo de vida desde su concepción hasta su fin de vida útil.
La innovación en el embalaje también está marcando la diferencia. Los materiales hechos 100% con composta y a base de quitina son un desarrollo reciente, mientras que las herramientas de fibra moldeada impresas en 3D pueden llevar el embalaje ecológico a gran escala. Además, los avances en la impresión, incluyendo la impresión directa en cajas para envíos de productos, y el uso de tintas a base de agua, traen beneficios adicionales.
Disminuir los residuos y alargar la vida útil
El uso de energía es un factor crucial para los dispositivos electrónicos, pero puede resultar confuso para los consumidores. Organizaciones como ENERGY STAR, TCO y Blue Angel pueden ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas.
Ofreciendo garantías extendidas y asegurando la capacidad de reparación, las empresas pueden ayudar a reducir la demanda de nuevas materias primas. Las compañías responsables tienen como objetivo recuperar y reutilizar los productos cuando los clientes ya no los necesitan. Los modelos de servicio pueden mejorar las experiencias del cliente, al mismo tiempo que promueven la circularidad mediante la recuperación dirigida por la empresa.
La colaboración: un multiplicador de fuerza para el impacto a escala
La circularidad es un esfuerzo de equipo, y los fabricantes, los gobiernos, los proveedores, y otras partes involucradas son jugadores cruciales. Al ampliar las redes de trabajo con organizaciones no gubernamentales, así como institutos de investigación, las empresas pueden mantenerse al día con sus esfuerzos de circularidad.
Imaginar el futuro
El concepto de una economía circular presenta una visión de un futuro más regenerativo y sostenible. Si se implementa de manera correcta, con abastecimiento y embalajes responsables, así como materiales y productos que permanezcan en uso por más tiempo, podría impulsar la economía global en 4.5 billones para 2030.[5]
La transición a la circularidad no es una opción, sino una necesidad. Para lograrla debemos cambiar urgentemente de mentalidad, adoptar prácticas circulares, y desarrollar las relaciones y marcos de trabajo necesarios para el éxito. Las empresas que lideran el camino cosecharán las mayores recompensas.
El futuro es circular y depende de las organizaciones de todo el mundo para que así suceda, ya sea que estén comenzando o ya estén en el camino, es el momento de dar el siguiente paso.