Hay una razón por la cual la BBC incluyó al código de barras en su serie “50 cosas que hicieron la economía moderna”. Desde su creación en 1973, este símbolo, aparentemente modesto pero poderoso, está en más de mil millones de productos y el beep que ocurre en la caja registradora es instantáneamente reconocido por todos y en todo el mundo.
El poder detrás del símbolo
El código de barras cambió para siempre la forma en que compramos. Todos los códigos de barras pueden parecer iguales, pero su poder está por dentro. Gracias a los estándares globales de GS1, una simple lectura conecta un producto físico con información digital que fluye sin problemas a través de la cadena de suministro. Desde la granja hasta la tienda, los códigos de barras -y los datos detrás de ellos- permiten cadenas de suministro más resilientes y transparentes.
La promesa de una nueva generación
A medida que el código de barras cumple 50 años, una nueva generación llega para cambiar nuestras vidas una vez más: los códigos QR bidimensionales. Estos nuevos códigos pueden capturar cantidades sin precedentes de datos confiables para empresas, reguladores, consumidores y pacientes por igual, ofreciendo mucho más que simples enlaces a páginas web. Pueden contar la historia de un producto, por ejemplo, de dónde viene, si contiene alérgenos, si es orgánico, cómo se puede reciclar y cuál es su huella ambiental. Este nuevo nivel de transparencia ayuda a las personas a tomar decisiones inteligentes sobre lo que compran y usan.
«Estamos orgullosos de celebrar el cincuentenario del código de barras, una tecnología que ha revolucionado la forma en que los productos son identificados, rastreados y gestionados en todo el mundo. Ha demostrado ser una herramienta fundamental para mejorar la eficiencia en la cadena de suministro, reducir errores y aumentar la transparencia en el intercambio de información entre empresas. Seguimos trabajando para promover su uso y desarrollo, y así contribuir al crecimiento y competitividad de nuestra economía” sostiene Ángel Becerra, gerente general de GS1 Perú.
El futuro del código de barras
A finales de 2020, se lanzó una iniciativa global, junto con actores clave del sector minorista, para la transición a los códigos de barras de la próxima generación. Actualmente, hay más de 20 países participantes, incluidos China, Estados Unidos, Australia y Brasil, que ya han puesto en marcha con exitosos proyectos pilotos. En 2021, GS1 China comenzó a promocionar códigos de barras 2D y veinte ramas principales, incluida la sucursal de Zhejiang (Instituto de Estandarización de Zhejiang), se unieron al proyecto.
El código de barras es reconocido a nivel mundial y está listo para nuevos negocios. El mundo ha experimentado cincuenta años de transformación en la forma en que compramos y vendemos cosas gracias a él. Hoy, los consumidores demandan, con razón, más y mejor información sobre los productos y el planeta exige a todos maximizar el poder de los datos para tomar decisiones inteligentes y eficientes.
Sin duda, se pueden esperar más cambios en el futuro cercano, pero una cosa es segura: el código de barras seguirá siendo una parte integral de la forma en que compramos y vendemos productos en todo el mundo.