Crear química para un futuro sostenible garantizando patrones de consumo y producción que también lo sean es lo que guía las estrategias de BASF para reducir su huella hídrica. En toda América del Sur, el objetivo de la empresa es reducir en un 35% el agua extraída por tonelada producida en las fábricas de aquí a 2025. Para ello, todas las prácticas desarrolladas deben alinearse con los ODS 6, 9 y 12 de la ONU, referidos a la calidad del agua, la industrialización y el consumo sostenible.
En el Día Mundial del Agua (22), el gigante químico mundial refuerza su compromiso con el desarrollo sostenible y el cuidado del que quizá sea el recurso natural más importante del planeta. El uso sostenible del agua abarca desde el suministro, pasando por el uso y la reutilización, hasta la devolución del recurso al medio ambiente. De 2002 a 2022, el consumo por tonelada producida cayó un 60,4%.
«Tenemos un compromiso global con la protección del clima y el medio ambiente, y el agua es un elemento esencial de nuestra estrategia. En todas las regiones donde opera, BASF mide y divulga datos sobre el uso del agua con transparencia e incentiva proyectos de colaboración en toda la cadena de valor», afirma Waldemilson Muniz, Gerente Senior de Energía y Servicios Públicos de BASF en América del Sur.
En el interior de las fábricas, la empresa ha puesto en marcha acciones para optimizar el uso del agua, como la recirculación en torres de refrigeración, la reutilización y la eliminación de residuos, logrando reducir en más de un 70% el consumo de agua in situ en los últimos diez años.
Soluciones para otros mercados
Al ser una industria básica, las soluciones para el uso sostenible del agua no se quedan sólo en la empresa, sino que se extienden a toda su cadena de producción, incluidos otros sectores de la economía.
La química también garantiza una importante reducción del consumo de agua en el proceso de pintado de coches en el sector de la automoción, que puede alcanzar una reducción de 180 a 400 litros de agua por coche producido, dependiendo de la estructura de producción del fabricante. Esta reducción es una de las ventajas de sostenibilidad de la tecnología al agua CathoGuard®, que garantiza la protección del metal y reduce la cantidad de pintura utilizada hasta en un 20% en comparación con el proceso tradicional.
Figura 3 – Las soluciones desarrolladas por BASF reducen el consumo de agua en el proceso de pintura de automóviles hasta 400 litros de agua por coche producido. Crédito: Unsplash
Los sectores del cuidado personal y los productos de limpieza del hogar, que también responden a la demanda de los consumidores con soluciones que evitan la contaminación de los ríos, productos que reducen el consumo de agua o incluso que no la contienen, deben ser más sostenibles.
Para ellos, BASF ha desarrollado una línea de productos vegetales concentrados que garantizan el ahorro de agua y otros recursos como la electricidad y los insumos fósiles. Otra solución desarrollada por las empresas, por ejemplo, permite mezclar ropa de color y blanca en el mismo ciclo de lavado a máquina, reduciendo en 1.100 litros la cantidad de agua consumida al año por hogar de cuatro habitantes, según un estudio realizado por la consultora de sostenibilidad Fundação Espaço ECO.
Evitar el derroche de agua es sólo una de las posibilidades para un uso sostenible y consciente de este recurso. Otra es, en lugar de desechar el agua en condiciones distintas a las originales, como es el caso de las aguas residuales, las aguas negras por ejemplo, retratarla y reinsertarla en la cadena, desde el concepto de economía circular. La economía circular del agua ayuda a las empresas a ser más eficientes reduciendo el uso del agua, contribuyendo a mantener su disponibilidad y calidad y reduciendo los riesgos.