A raíz de la crisis ambiental global, miles de personas están adoptando hábitos sostenibles en su vida diaria. Una de las actividades que mayor terreno ha ganado entre los hogares es el compostaje. Esta técnica consiste en aprovechar los residuos orgánicos para transformarlos, a través de un proceso biológico, en abono natural o compost, el cual ayudará a nutrir las plantas de su jardín o biohuerto.
En ese sentido, en el marco del Día de la Educación Ambiental, Ambipar Environment Perú brinda 7 simples pasos para aprender a compostar en la facilidad de tu hogar y así fomentar buenas prácticas ambientales:
- Selecciona los restos de comida: Puedes utilizar las cáscaras de frutas y verduras, filtrantes de infusiones (sin recubierta), café molido, cáscaras de huevo, inclusive flores viejas, cartones de huevo, periódicos, hojas secas y hasta agujas de pino. Ten en cuenta que la carne, los productos lácteos, la comida cocinada, aceitosa, mantecosa y huesos no forman parte del proceso de compostaje.
- Diferencia residuos “frescos” de los “secos”. Existen dos ingredientes principales para la mezcla del compostaje. En primer lugar, están los residuos «frescos», los cuales son húmedos como restos de comida, cáscaras de frutas y verduras, poda fresca, etc., los cuales aportan nitrógeno al proceso de compostaje. En segundo lugar, están los residuos «secos», como aserrín, paja, hojas secas, cartón, etc., los cuales aportan carbono. Estos dos elementos (nitrógeno y carbono) son muy importantes para el equilibrio del proceso asegurando una buena proliferación de microoganismos que ayudan a la descomposición de los residuos.
- Reduce el tamaño de los residuos: Mientras más pequeño es el residuo menor es el tiempo que tardará en descomponerse; por ello, pícalos lo más que puedas y acópialos en un recipiente de plástico con tapa. Puedes agregar una pequeña capa de aserrín con el fin de evitar atraer insectos y generar malos olores.
- Empieza a compostar: Coloca capas de residuos en un balde o compostera. Asegúrate de que los residuos secos estén en la parte inferior; y los frescos, en la superior. Esto permitirá que fluya el agua y el aire, y asegurará que los microorganismos puedan hacer su trabajo.
- Realiza el método del puño: Para evitar el exceso de humedad o malos olores en tu compost, debes tener en cuenta la proporción de residuos «secos» a «frescos» utilizados en tu mezcla. Idealmente debes utilizar tres partes de secos por una parte de frescos. Para asegurar que la materia tenga la humedad adecuada, sujeta una porción de la mezcla de compost y procede a apretarla a modo de puño, si caen de 3 a 5 gotas de agua, estás yendo por el camino correcto.
- Airea y gira la mezcla: La descomposición, con la ayuda del calor, podría tardar dos meses; sin embargo, en el frío, podría demorar hasta cinco meses. No obstante, para mantener las cosas en movimiento y agilizar este proceso, debes mover y oxigenar la mezcla, con un palo o una pala, y así dejar que el aire fluya. Acerca de la frecuencia para girar la mezcla, al empezar, puedes voltearlo una vez cada 7 a 10 días, y según cambie de textura a una más seca, puedes moverla cada 10 a 14 días.
- Identifica que el compost está listo para usar. Para confirmar que el compost está listo, debe desprender un olor agradable a tierra húmeda, con una textura esponjosa y un color marrón oscuro. De esta forma, estará listo para utilizarlo en tus plantas, jardín o biohuerto.