A medida que los mercados en todo el mundo se vuelven cada vez más competitivos y tecnificados, así mismo los consumidores exigen soluciones más ágiles e innovadoras para resolver sus necesidades.
En este escenario, la transformación digital aparece como el salvavidas mediante el que las organizaciones aprovechan el gran volumen de datos para analizarlos en tiempo real y tomar mejores decisiones. Decisiones impulsadas por datos.
Es que los datos se han convertido en el activo más valioso de las organizaciones modernas. Su análisis e integración con otras plataformas no solo ayudan a optimizar recursos y procesos, sino a impulsar la productividad, predecir tendencias y entender a los clientes y sus preferencias.
También sirven para crear nuevos productos y servicios y descubrir y capturar nuevas oportunidades. En definitiva, los datos son la nueva materia prima del conocimiento empresarial.
Sin embargo, por sí solos, los datos en bruto no generan valor. El secreto está en la capacidad de buscar, analizar e integrar esa data de forma rápida y automatizada.
Para lograrlo, no hay otro camino que la transformación digital. En otras palabras, es necesario integrar e implementar diversas tecnologías e innovaciones digitales que permita a las organizaciones interrelacionar de forma inteligente los procesos y los datos para generar valor.
REINVENCIÓN EMPRESARIAL
Eso implica la reinvención de todas las áreas de una empresa. Una transformación en la forma de operar y brindar valor a los clientes.
Además de plataformas tecnológicas, la transformación digital demanda de personal capacitado para aprovechar al máximo los beneficios de estos avances, así como una nueva cultura organizacional enfocada en reinventarse día a día y perseguir la innovación.
Sin embargo, antes de dar el salto a la transformación digital, toda organización debe considerar los objetivos a perseguir. Eso puede incluir aumento de ingresos, captura de nuevos mercados, eficiencia operativa, incremento de la productividad, satisfacción del cliente, entre otros.
Para lograrlo, no existe una única aplicación o tecnología que conduzca a la transformación digital. Esta surge de una combinación de varias tecnologías. Entre ellas están los sistemas de Analítica de Big Data, la movilidad, la computación en la nube, la Inteligencia Artificial, el Aprendizaje de Máquinas y la Internet de las Cosas.
NUEVA CULTURA DIGITAL
Ahora bien, para implementar adecuadamente las anteriores alternativas y desatar el potencial de la transformación digital, las organizaciones deberán, a su vez, desarrollar el talento digital de sus empleados y colaboradores.
Esto no solo supone adoptar innovaciones materiales sino también ‘innovaciones de pensamiento’, lo que implica cambiar progresivamente costumbres y hábitos en todos los niveles, hasta producir cambios radicales en la cultura empresarial.
Por lo tanto, si no se genera una cultura digital y de innovación o los empleados no se convencen de que las competencias digitales son esenciales en este nuevo entorno, las empresas podrán gastar enormes recursos tecnología y aplicaciones, pero la evolución digital nunca llegará a ser una realidad.
Asimismo, es necesario desarrollar habilidades y competencias en el personal a través de capacitaciones y entrenamiento en implementación, uso y control de las nuevas tecnologías que se adopten, especialmente aquellas que generan transformaciones en operaciones y procesos.
Así las cosas, el conocimiento y familiarización de los colaboradores frente a las herramientas digitales permitirá que las vean como aliadas y no como enemigas.
En esta nueva era, la transformación digital es clave para extraer información valiosa de los datos y convertirla en decisiones inteligentes.
Finalmente, vale la pena detenerse a pensar que los datos son solo una colección de números hasta que se convierten en información inteligente y estructurada. Información accionable para la toma de decisiones.