Desde hace muchos años, el deterioro de las aulas y establecimientos educativos ha sido un problema grave a nivel nacional. Sin embargo, esta situación ha empeorado a raíz de la pandemia, debido a que estos no han recibido el mínimo mantenimiento. Según RPP y EFFE 2022, existen 54.800 colegios y solo el 9% está en buen estado. Cerca de 22 mil colegios que atienden a más de un millón de estudiantes a nivel nacional se encuentran en condición de riesgo.
Con las cifras a la mano, es posible concluir que la situación de la infraestructura educativa es alarmante en el país. Tras un estudio de la Contraloría General de la República a casi 6 mil colegios se encontró los siguientes datos:
- 62.4% puertas en mal estado
- 61% techos dañados
- 60% ventanas dañadas
- 59.6% paredes dañadas
- 44.4% losas deportivas con pisos deficientes
- 43.9% perímetro con pisos deficientes
Las investigaciones afirman que existe una relación directa entre infraestructura escolar y rendimiento educativo, así como el ambiente familiar, la motivación, los valores institucionales, la calidad humana de los docentes, el acceso tecnológico, entre otros. A continuación, te presentamos cuatro razones por las cuales la calidad de la infraestructura escolar influye en el aprendizaje de los niños.
- Motivación en los estudiantes: La infraestructura produce una mejor actitud en los estudiantes hacia el aprendizaje y facilita el proceso de enseñanza-aprendizaje. Además, según estudios realizados, esta contribuye a que la tasa de ausentismo sea menor. Es por eso que, si las áreas educativas están en buenas condiciones, los alumnos tendrán más ganas de asistir y de cumplir con sus deberes.
- Mayor concentración: Mesas para poder trabajar con sus compañeros y escritorios para trabajar individualmente, servirán para que la clase sea más dinámica y la concentración de los estudiantes sea mayor. Los colores claros, la estética del aula y las ventanas amplias para facilitar el flujo del aire y el paso de luz, son factores importantes para la atención de los menores.
- Mejor rendimiento: Un buen espacio de trabajo cómodo, iluminado y amigable, permitirá que los niños y niñas tengan mejor disposición para superar sus metas y lograr terminar de manera exitosa el año escolar. Por otro lado, el estado de deterioro desmotiva al estudiante y aumenta aún más el desinterés por continuar con sus estudios.
- Espacios óptimos para socializar: La presencia de bibliotecas, laboratorios de ciencias, física y química, espacios deportivos, entre otros, permitirá que los alumnos estudien de manera más práctica y se desenvuelvan los unos con los otros; algo muy importante en el proceso de socialización. Mover las mesas, sentarse en el piso, puede mejorar el aprendizaje de manera significativa. Contar con espacios abiertos para poder relacionarse con los pares, incentiva el proceso de formación, potencia la creatividad e incentiva la innovación.