El Ministerio de Salud ha dispuesto que los escolares regresen a las clases presenciales y semipresenciales desde marzo. Luego de dos años en casa, los niños volverán a compartir con sus compañeros y profesores aprendiendo en el aula, lo que hace necesario ayudarlos en este proceso de reintegración para que trabajen en su autonomía. En ese sentido, el uso de tecnología puede ser un gran aliado para desarrollar su capacidad resolutiva.
“Epson continúa preocupándose en desarrollar modelos diseñados exclusivamente a las nuevas necesidades de los hogares”, comenta Roxana Alejos, gerente de producto de consumo de Epson Perú. “Por ello, lanzamos al mercado la aplicación Epson Smart Panel, la cual permite un control sencillo desde cualquier dispositivo móvil. Con ella, incluso los niños pueden manejar y configurar sus impresoras de forma sencilla, intuitiva y a su conveniencia, desde la palma de su mano”, añade.
La necesidad de la tecnología en el proceso de aprendizaje de los niños se destaca desde las tareas básicas en los colegios. Por ejemplo, la impresión de documentos suele ser parte del día a día en cualquier nivel de estudios: inicial, primaria o secundaria. Por otro lado, el tiempo de permanencia frente a los aparatos tecnológicos debe ser limitado; los especialistas recomiendan que este periodo sea menor a dos horas diarias para menores de 18 años.
Teniendo esto en cuenta, Roxana Alejos brinda cuatro recomendaciones para impulsar la autonomía en los más pequeños con el regreso a clases:
- Priorizar el uso de equipos inalámbricos: impresoras, tablets, entre otros productos, que funcionen sin necesidad de conexión por cable, ayudarán a que los niños puedan hacer uso de ellos sin necesidad de supervisión permanente, ya que supondría un riesgo mucho menor.
- Dejar que los niños exploren: los productos tecnológicos se han vuelto necesarios para las clases, por ello, se debe optar por un sistema de uso sencillo, que les permita usarlos por sí mismos, así podrán descubrir también nuevas funciones que les facilitarán las tareas.
- Crear una rutina: si los niños conocen el proceso de sus tareas escolares y realizan todas las actividades de manera independiente, desde que reciben la indicación del profesor hasta la entrega, se potenciará también su capacidad resolutiva, buscando soluciones a las diferentes dificultades.
- Darles voz: cuando tengan alguna duda, necesiten algo o requieran que la tarea vuelva a ser explicada, se debe dejar que sean ellos quienes lo soliciten, así podrán pedir, escuchar y contestar cuando no tengan a sus padres al lado.
El entorno de aprendizaje influye mucho en la motivación que sientan para realizar sus deberes. Si los niños conocen procesos, opciones y cómo funciona la tecnología con la que conviven, podrán diseñar, en un futuro, sus propios métodos, ayudándolos también en la toma de decisiones.